martes, 27 de octubre de 2020

LUCHO ARCE Y EL RETORNO A LA DEMOCRACIA

 

Por: Marco Antonio Nina Palli



La elección general del 18 de octubre fue uno de los hechos políticos más intensos y de gran incertidumbre que vivió Bolivia en el siglo XXI, producto de una población polarizada que fue generada por diferentes elementos coyunturales e, incluso, históricos. Aquí debemos ser objetivos para poder generar un marco interpretativo real. El MAS en su gestión de casi 14 años se fue desgastando naturalmente, como cualquier partido político que detenta el poder por mucho tiempo; pero principalmente, fueron los hechos de corrupción y el intento de modificar la norma jurídica, repostulación, las que terminaron de desgastar aún más la imagen del proceso de cambio.

Entonces, en los hechos lo que ocurrió fue una lectura errónea de la realidad, sobre las percepciones de un sector poblacional y la falta de atención sobre las experiencias de reelección que vivió Bolivia, especialmente de Siles Reyes y Paz Estenssoro. Estos elementos son los que permitieron a la derecha la construcción de un eje discursivo para descalificar y desvalorizar el proceso de cambio. Por otra parte, el rasgo caudillista del primer presidente indígena Evo Morales estaba provocando dentro de la estructura del MAS, de alguna forma, el letargo de la formación de nuevos cuadros que puedan gravitar en el espacio político o que puedan generar nuevos escenarios políticos. Pero, en realidad lo más riesgoso fue que el proceso de cambio empezó a verse como un rasgo propio de Evo Morales, inseparable de su figura, lo cual ligaba su suerte a la del proyecto revolucionario, hecho que seguramente será discutido en los siguientes años.

Los elementos históricos, son aquellas relacionadas con los problemas profundos enraizados en casi cinco siglos. Autores, como James Malloy; Alcides Arguedas; Rene Zabaleta; Sergio Almaraz; y varios, hablan sobre las dos bolivias, cada uno con sus propias categorías. Este problema no solo es regional, sino también rural y urbano; estas diferencias, hacen que no podamos construir una identidad nacional, del mismo modo, el racismo es un elemento que provoca una incisión entre la población boliviana. Es decir, es totalmente falso la retórica de la derecha, que tanto el proceso de cambio y el MAS son los responsables de la división societal de Bolivia. El hecho de que se reivindique aquellos derechos del horizonte histórico de nuestros movimientos sociales e indígenas, no permite argumentar que estos problemas profundos, que por esencia claramente te demuestran lo contrario, son generados y profundizados desde el MAS.

¿Monumental Fraude Electoral?

Ahora, los resultados de las elecciones del pasado 18 de octubre, te permiten explicar de forma contundente los hechos sucedidos en este último año, especialmente de octubre y noviembre del 2019. Primero que nunca hubo un “fraude monumental” y segundo que existió un “Golpe de Estado”. Hasta ahora, existen varias publicaciones, investigaciones y análisis que sostienen, incluso, científicamente que no existió fraude y que dejan entre dicho el informe de la OEA. Esta determinación de la OEA sobre las elecciones de octubre del 2019, es la piedra angular de la retórica del “monumental fraude” de políticos y analistas adversos al MAS.

El informe de la OEA se limitó a realizar una auditoría del TREP, que no es un conteo definitivo ni legal, y con un universo de análisis de 4.652 actas, que pertenecen a las zonas rurales. Según el informe, se encontraron 226 actas “irregulares” de las 4.652 actas analizadas, es decir, el 4.8% de 4.652 actas. Entonces, la OEA concluye afirmando que el total de estas 226 actas, 0,24% del total de actas, son las que permitieron dar la victoria al MAS en primera vuelta; pero, si suponemos que el total de votos de las 226 actas, recordemos 0,24% del total de actas, corresponden a Comunidad Ciudadana (CC), el resultado del proceso electoral es 46,83% para el MAS y 36,75% para CC, dando la victoria al MAS de igual forma. En ese sentido, algunos hechos y los resultados de las elecciones del 2020 marcan serias contradicciones en el accionar de la OEA y sobre las 226 actas que fueron observadas como “irregulares” por tal organismo, en octubre del 2019. Primero, la OEA respalda la suspensión del nuevo Sistema de Difusión de Resultados Preliminares (DIREPRE) ante fallas técnicas; pero en 2019, el cuestionado sistema TREP, recordemos no vinculante, sirvió para desacreditar un proceso electoral y poner en vilo su transparencia; Segundo, las 226 actas observadas como “manipuladas” concuerda claramente con los resultados obtenidos en el las elecciones del 2020, según el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG): https://bit.ly/3ov2N4K

Estos elementos confirman los estudios realizados por: Jack Williams y John Curiel, MIT Election Data and Science Lab; Francisco Rodríguez, economista, Universidad de Tulane; Dorothy Kronick, politóloga, Universidad de Pennsylvania; y Nicolas Idrobo, estudiante de doctorado, Universidad de Pennsylvania.  Estos estudios, publicados en el The New York Times y The Washington Post, sostienen que los patrones de votación son perfectamente explicables. Por otro lado, si realizamos un estudio comparativo sobre el comportamiento histórico electoral en el tramo final de conteo, incluso en el referéndum del 21 febrero del 2016, encontraremos que la tendencia del MAS deja de ser constante y comienza a acrecentarse, esto es debido a que los votos rurales, que tradicionalmente votan por el MAS, son más lentos de escrutar por la geografía e infraestructura que cuenta.

El 24 de agosto de 2020, The Center for Economic and Policy Research (CEPR), en su página web, publicó que en el informe final de auditoria de la OEA sobre las elecciones de Bolivia, 2019, presenta un error fatal en el análisis de los datos, donde los datos de las marcas de tiempos estaban ordenas alfanuméricamente, ya que la explicación de la alusión de la OEA, “un cambio drástico y difícil de explicar en la tendencia de los resultados preliminares”, debía ser analizada en orden cronológico de los datos y no en orden alfanumérico, para más información: https://bit.ly/35xoh8v

En conclusión, en las elecciones del 2019 no existió fraude. El informe de la OEA no aporta prueba alguna que pueda resultar definitiva para demostrar el supuesto “fraude”. En efecto, los resultados de las elecciones del 2020, MAS 55,10% y CC 28,83%, corroboran que no existe otra explicación que no sea efectivamente que el MAS sacó el 46,97% en las elecciones del 2019 y para que logre el 55,10%, del 2020, jugaron otros elementos que más adelante desarrollare.

¿Golpe de Estado?

En primer lugar, tenemos el rol de la Policía Boliviana a partir del amotinamiento, 8 de noviembre de 2019, aludiendo que dicha acción era un acto de protesta por las precarias condiciones en las que se encontraba la institución verde olivo, de esta manera, pidieron la renuncia del presidente Evo Morales. Este hecho, ocurre en medio de protestas urbanas por el supuesto “fraude”, a nivel nacional, donde el rol de la policía era necesario para mantener el orden público y proteger los derechos constituciones de quienes no compartían la realización de estas movilizaciones. De hecho, se pudo observar que la Policía terminó subordinándose, por intereses, a los comités cívicos, quienes habían aprobado el 100% de jubilación para la institución policial, en consecuencia, los miembros policiales permitían y apoyaban cualquier acto que iba en función de sus intereses: ausencia del orden público, quemas de casas de dirigentes y autoridades del MAS, protección a grupos irregulares. Por lo tanto, La Policía Boliviana termina trasgrediendo los Artículos 252 y 253 de la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia (CPE).

Si bien el mundo durante el tiempo se fue modernizando, también lo hizo los modos en el que se realiza un Golpe de Estado, hecho que se estudia en la ciencia política y es conocida como neogolpismo en el cual, entre varias características, podemos mencionar que el simple hecho que el jefe de las fuerzas armadas pida públicamente al presidente que renunciara, se trata de un Golpe de Estado porque de por si la declaración conlleva una amenaza implícita de violencia, ya sea por parte del propio Ejército o por parte de los manifestantes que no serán detenidos por los militares. De esta manera, las FFAA incumplieron con la CPE, principalmente los Art. 246 y Art. 247, donde se indica que esta institución no delibera y que depende del mando del Capitán General del Estado (presidente). Por otro lado, según la teoría, un Golpe de Estado no solamente participan militares, sino también civiles e, incluso de forma indirecta, elementos externos a la nación.

Ahora, luego del Golpe de Estado, el gobierno de facto y algunos analistas, con la ayuda de la corporatividad comunicacional funcionales a las viejas oligarquías, propugnaron la teoría de que nunca hubo un Golpe de Estado, arguyendo que fue una sucesión constitucional y por la plena vigencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP). Durante el paso del tiempo, ninguno de los dos argumentos pudieron sostenerse por el mismo accionar del gobierno de facto: Primero, no hubo sucesión constitucional porque no se leyó las cartas de renuncia, según reglamento, del presidente, vicepresidente y presidentes de ambas cámaras de la ALP, debido a que no se permitía ingresar a Plaza Murillo a los legisladores; Segundo, la vigencia de la ALP siempre fue virtual o algo simbólico, debido a que las leyes aprobadas por la Asamblea era cumplidas en tanto convenga al poder ejecutivo, incumpliendo en muchos casos lo que señala los Artículos 164 y 165 de la CPE. En todo caso, como ya se señaló las nuevas formas de dar Golpes de Estado como el neogolpismo, lo que ocurrió técnicamente en Bolivia, no se rigen o no se caracterizan, en términos absolutos, a las formas que tradicionalmente se daban los Golpes de Estado.

https://bit.ly/3e31rJz Militares colocando la banda presidencial a la “sucesora”, imagen simbólica del Golpe de Estado.

¿Por qué ganó la Luis Arce Catacora?

El accionar de la derecha conservadora en el poder coadyuvó de forma inconsciente en el reposicionamiento del MAS. El mal manejo económico y de la salud, con más de 8000 fallecidos víctimas del Coronavirus, demostraron en unos cuantos meses un nivel de incapacidad de gestionar la cosa pública, no por nada los analistas, después de conocer los resultados de las elecciones del 2020, a manera de justificar sus análisis inequívocos y pretenciosos de “Voto Útil”, responsabilizaron al gobierno de Añez por sus innumerables desaciertos políticos y hasta llegaron a sostener, lo que muchos ya sabían, que el gobierno de Añez es el peor gobierno de la historia de Bolivia, comparándolo con el gobierno de Luis Garcia Meza. En efecto, ya se puede tener una idea de por qué el más gobernó los 14 años con una oposición incompetente sin propuestas, sin argumentos y sin un proyecto de país. Por otro lado, los hechos de corrupción demostraron que la derecha, apenas tuvieron la oportunidad de estar en el poder, no había cambiado nada de lo que era en los años 90, que mantenía los mismos vicios y falta de capacidad de entender y leer a Bolivia más allá de los centros urbanos.

El gobierno de facto, conjuntamente con toda la derecha de Bolivia, se encargó de refrescar la memoria a la población boliviana, pero particularmente a los sectores populares, campesinos, obreros, la nueva clase media y de aquellos desencantados del MAS. Les refrescaron la memoria de lo que significa tener un gobierno de derecha, que trato de instaurar el modelo económico neoliberal: sometiendo al estado a las políticas del FMI, reduciendo el tamaño del estado, reducción de la inversión pública, desregulando el Sistema financiero (encaje legal y tasas de interes), concesiones a privados en detrimento de las empresas nacionales, nuevas formas de privatización con modificaciones de contratos y nombramientos del CEO en función a los intereses de las transnacionales (YPFB), aplicación del método de Harvard Bon-Sei (aplicado por Doria Medina, 1992) en las empresas estatales (BOA y Teleférico) y el cierre directo de la planta de UREA. Estas medidas, que no correspondían a las funciones de un “Gobierno de transición”, estaban en contra corriente a lo que el mundo estaba realizando en materia económica, donde el estado debía asumir mayor protagonismo en la intervención sobre la economía y, por otra parte, salir al rescate de las empresas privadas, algo totalmente cuestionable porque cuando el estado necesita de las empresas e inversión privada estas brillan por su ausencia. Es decir, todas las medidas tomadas por el estado militar policial, especialmente durante la cuarentena, fueron en desmedro del sector popular.

Ahora bien, las lecturas de la realidad tanto del MAS y de sus adversarios fueron totalmente distintas. Por un lado, el MAS hizo una lectura correcta de los sectores en el cual debía consolidar sus votos, hubo la capacidad de interpretar donde se estaba generando y focalizando estas nuevas necesidades económicas y sanitarias, producidas por la pandemia; Por otro lado, CC se limitó a confiar en los centros urbanos donde se creía que “los pititas” era la mayoría hegemónica del País, esta miopía refleja un problema más profundo que una simple interpretación sobre la clase media, alta y blancoide, como que no pueden ver más allá de sus círculos sociales en las que se relacionan y que Bolivia es más grande que un barrio burgués; sino, que aún persiste aquel pensamiento colonial, donde buscar la ascendencia social y mantener estilos de vida o lugares privilegiados, han llevado que la clase pudiente se distancie de los otros grupos sociales históricamente mayoritarios (Clase media baja, popular o la muchedumbre mestiza, según Guillermo Lora), se puede decir, que se distanciaron de Bolivia.

La estrategia electoral del MAS, durante su campaña, terminó apuntalando su propio voto duro, recuperando los votos de aquellos desencantados del MAS y seduciendo al voto indeciso. Esta campaña fue llevada a cabo en los sectores circundantes y periurbanos de la ciudad, sin mencionar que también visitaron municipios, es decir, existió un real contacto con la población, como debe ser una campaña. En la vereda del frente, la campaña en términos de movilización se limitó a los centros urbanos, sobrevalorando la idea del “Voto Útil”.

En lo discursivo, mientras el MAS planteaba soluciones, como propuestas, a una gestión que estará signada de una crisis económica (Desempleo, reactivación del aparato productivo y la demanda interna, deuda externa, déficit fiscal, etc.), estrategia discursiva bastante obvia. En cambio, Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho y demás apostaron por un discurso contra el MAS, según ellos, el óbice de la democracia. En ese sentido, sin poder encontrar una fórmula única electoral anti masista, hasta se llegó a discutir quien había hecho más para provocar la salida de Evo Morales, hecho que raya la falta de respeto que se tiene hacia el electorado boliviano por la falta de seriedad e inteligencia.

En consecuencia, este discurso contenía una miopía racista, donde no llegaron a entender o su sentido de clase no les permite entender, que no solo se hostigaba contra el MAS, sino también contra todo un tejido social complejo que caracteriza a Bolivia. De esta manera, se relacionó a este tejido social complejo como simples masistas, por ende, hordas salvajes e ignorantes que no son racionales, así, justificando porque estos sectores votan y apoyan al MAS; Por otro lado, también existió una forma de violencia simbólica cuando se procedió a quemar wiphalas y agraviar a las mujeres de pollera. En los hechos, este accionar de la actual oposición fue un elemento unificador de los movimientos populares, indígenas, campesinos y de aquellos que no se identificaban con el gobierno de facto.

El análisis del “Voto Oculto”, era evidentemente clara, pero analistas y encuestadoras preferían pergeñar sus análisis hacia otra dirección, porque de hacerlo de forma real y consciente entrarían en contradicción con el correlato discursivo de un estado democrático, no racista y no clasista. Es decir, el voto oculto y silencioso, encuentra su explicación en una coyuntura totalmente intolerante en el que se encontraba Bolivia, donde se estigmatizaba el hecho de ser masista o identificarse como masista era sujeto a insultos, injurias y calificativos de toda índole. La no aceptación de esta realidad llevo a realizar encuestas y conjeturas totalmente distorsionadas a la realidad o muy alejadas a lo que se percibía en las calles.

Resultaría bastante injusto, si no menciono la figura de Luis Arce Catacora, conocido mundialmente como el padre del milagro económico de Bolivia, aunque a muchos no les agrade la mención, la realidad es que Organismos Internacionales elogiaron el manejo, principalmente, macroeconómico de Bolivia. Incluso, debemos añadir que el candidato del MAS resultó ser versátil cumpliendo con el Índice de Greenberg, clave en campañas electorales: que la gente la sienta cercano, que la gente lo sienta capaz y que la gente sienta que habla de sus necesidades. Según Max Weber, un político debe tener tres virtudes: pasión, sentido de responsabilidad y mesura, entonces, también hay que analizar a Luis Arce de ese modo. Todo esto sin olvidar lo importante que es tener carisma, pero natural, algo que definitivamente sobró en el candidato del MAS y que faltó en el candidato de CC.

En conclusión, la victoria contundente de Luis Arce Catacora es el retorno a la democracia, dejando en claro que resulta pueril seguir sosteniendo el discurso del “monumental fraude”, “lo democrático del Voto Útil”, “la existencia de gobernabilidad en un Gobierno de Pacto” y “14 años de fraude”, retóricas que aún se utilizan en los ámbitos académicos, como universidades, donde se sigue tratando de inyectar mística a los “21 días” y “La revolución pitita”, que semánticamente no tiene nada de revolución y que solo fue la restauración de los modos racistas y coloniales, donde se tiene la concepción que hay muertos de primera y muertos de segunda, haciendo alusión al silencio comunicacional y la falta de empatía sobre las masacres, las más indignantes, de Senkata y Sacaba. En los hechos, los que forman parte, apoyaron y apoyan al movimiento pitita solo provocaron que Bolivia se encuentre con un desgobierno total, en una situación mundial crítica.

En América “…Bolivia ha amanecido, Ecuador va a amanecer y Chile amanecerá…” Juan Carlos Monedero

*Militante de Columna Sur


jueves, 17 de septiembre de 2020

EL EMPLEO COMO EJE ARTICULADOR DEL MODELO SOCIAL, COMUNITARIO PRODUCTIVO

 Emilio Rodas Panique

Bolivia comenzó el siglo veinte con aires modernizantes, el liberalismo estañero  reemplazará al republicanismo de la plata y las haciendas, el espejismo gomero del norte se había diluido en gran parte y el litoral se había perdido para siempre, este modernismo alcanzó  apenas a las periferias de La Paz y Oruro en la arquitectura y las vías de comunicación urbanas, más allá de esas fronteras subsiste la realidad, Bolivia es un país indio y agrario, aunque los más de 30 años de liberalismo intenten negarlo de forma recurrente, no se consolida un capitalismo boyante y por tanto la clase obrera es minoritaria en cuanto a la población económicamente activa, más del 90% de esta sigue ocupada en el campo en condiciones mayoritarias de servidumbre, la relación laboral de dependencia, absolutamente minoritaria, en el auge de mayor expansión de la producción minera del estaño, las tres compañías más grandes no pasan de 65.000 trabajadores mineros, esto subsiste incluso con la revolución de 1952 que en su mejor momento y pese al clientelismo de COMIBOL no superó los 50.000 trabajadores asalariados.

Antes y después del 52 se da una expansión aún tímida de la producción de manufacturas destinadas a la alimentación, los tejidos y metalmecanica en pequeña escala pero que dan lugar al surgimiento incipiente y totalmente desprotegido del trabajo fabril, la política de diversificación económica y la substitución de importaciones da un impulso a nuevos sectores en la economía estatal y privada con mano de obra en relación laboral de dependencia clásica, pero pese a los 33 años de vigencia de esta política no se logró una variación significativa del mapa económico de ocupación, al final del ciclo en 1985, Bolivia seguía siendo un país agrario principalmente.

La irrupción del modelo neoliberal en Bolivia implica la destrucción del empleo en el campo y las ciudades, las medidas iniciales, el cierre de la producción minera desmantela a COMIBOL y su base obrera, la libre importación de productos manufacturados que hasta ese momento estaba protegida por aranceles, barre con la producción fabril, la importación de alimentos semiprocesados o no procesados mata el mercado de las comunidades campesinas y las haciendas agrícolas, toda esta mano de obra terminó en las calles al inicio del neoliberalismo, una parte migra hacia las cooperativas mineras y el grueso de estos sectores constituye la primera ola de trabajadores informales, gremiales y trabajadores por cuenta propia, incluido el sector transporte, a partir de ese momento esa es la caracterización principal de la fuerza de trabajo, un estado reducido al mínimo, no absorbe el excedente de mano de obra y el crecimiento vegetativo de ésta no tiene opciones, la segunda ola de medidas aplicadas a finales de los años 80 y principios de los 90 cierra el círculo, la privatización y la capitalización en ninguno de los casos reprodujeron el empleo, no hay ninguna de estas experiencias que haya redundado en una expansión de su producción ni crecimiento de sus plantas de dependientes, el impacto de ellas en el empleo fue negativo definitivamente, durante todo el ciclo neoliberal el desempleo neto estuvo por encima del 10%, pese a que los indicadores que se tomaban en cuenta eran bastante relativos, con indicadores más rígidos el desempleo neto habría superado el 20%.

En el momento de mayor auge neoliberal 92-97 dos sectores fueron los que más se expandieron en cuánto a ocupación de mano de obra, comercio y servicios, ambos altamente sensibles a las variaciones de temperatura económica regional, a partir de la crisis mundial de 1998 y sus efectos en Latinoamérica, principalmente Brasil y Argentina, el empleo fue en caída libre de forma irreversible, BOLIVIA hasta 2005 fue altamente vulnerable a las variables del mercado mundial por su debilidad orgánica no superada y agravada por el debilitamiento del Estado como planificador de la economía y por tanto absolutamente dependiente del financiamiento externo, incluso para cumplir obligaciones estatales básicas como el pago de salarios a sus funcionarios, la expectativa de captar inversión externa para financiar el desarrollo del capital en el país jamás fue cumplida, al contrario, pese a la exigüidad de los recursos públicos, el modelo neoliberal sustento su vigencia en la exportación de la riqueza hacia las metrópolis del capital que supuestamente nos iban a jalar al desarrollo, el neoliberalismo se agotó en Bolivia porque jamás estuvo diseñado para nuestro desarrollo sino para reproducir la versión post moderna del país campamento, entre 2000 y 2005, la única política verificable de empleo de los últimos dos gobiernos neoliberales, Banzer-Tuto y Goni-Mesa, fue la ampliación en los horarios de atención de las oficinas de migración para que los bolivianos con tramitadores de por medio pudieran obtener un pasaporte y salir de nuestras fronteras hacia destinos inciertos en busca de trabajo, el modelo había colapsado y como último corolario terminó desintegrando miles de familias.

En contra ruta de esa realidad, las transformaciones iniciadas en 2006 comienzan con la captura del excedente, no podemos decir que en 2006 se creó mayor riqueza, la diferencia se da en donde termina esa riqueza, pues se quedó en Bolivia, el fundamento económico del Modelo Económico Social, Comunitario Productivo es la nacionalización, está genera el excedente para que el Estado pueda potenciar la inversión pública, redistribuir la riqueza, potenciar el mercado interno y sentar las bases de la industrialización, cuando el modelo neoliberal exportaba nuestra riqueza, el Estado sólo podía disponer de 600 millones como máxima aspiración para la inversión pública, gran parte de este dinero proveniente del endeudamiento público, con la nacionalización, rápidamente pudimos reproducir esa tarea con más de 6.000 millones de dólares.

La principal política de empleo del MAS en los 14 años se llama INVERSIÓN PÚBLICA, la reproducción de esta cifra tiene un efecto multiplicador en el conjunto de la economía, pues un componente central de ésta es el salario de los trabajadores vinculados a cada proyecto, ese salario no se exporta y circula en la economía y por tanto activa todo un círculo virtuoso en el mercado interno, a mayor cantidad de proyectos en desarrollo, mayor cantidad de salario circulando y gente comprando cosas que otros están produciendo y de las ventas de estos productores se activa otros circuitos de forma interminable, todo ello sin contar los servicios complementarios que no están reflejados en salarios pero que también implican transferencias indirectas al mercado, alguien debe transportar los materiales y equipos, alguien debe alimentar a los obreros y técnicos en obra, alguien produce ropa de trabajo, alguien gestiona los espacios de esparcimiento en el entorno de los proyectos, es decir el impacto de la inversión pública en el empleo fue siempre el pilar principal de ese otro componente central del modelo económico exitoso en estos 14 años, el potenciamiento del mercado interno.

La redistribución de la riqueza tuvo varios componentes, pero en definitiva no se agota exclusivamente en la justicia social, por supuesto que incorpora a sectores vulnerables al mercado de consumo, al margen del impacto del Juancito Pinto en la disminución de la deserción escolar, que de por sí fue exitosa, o el bono Juana Azurduy en la reducción de la mortalidad materno infantil y la detección de temprana de anomalías en recién nacidos, la renta dignidad no es sólo justicia social con adultos mayores, ni el bono para personas con discapacidad, también implica la incorporación anual de miles de  millones de bolivianos adicionales al mercado interno, estas transferencias tienen impacto directo en el empleo en el comercio y la pequeña industria, estos sectores incorporados al mercado de consumo no exportan estos recursos ni los ahorran normalmente, activan con ello un circuito de consumo en productos esenciales que activan a varios sectores que emplean mano de obra.

La valorización del salario es sin duda una medida redistributiva que impacta en la calidad del empleo, haber protegido el empleo con medidas proteccionistas parcializadas nos representó una constante tensión con la parte patronal, haber incrementado el salario mínimo sustancialmente o haber obligado al pago de doble aguinaldo en algunos años es sin duda la medida más democrática en la repartición de la riqueza y la reducción de la desigualdad, cada incremento o cada segundo aguinaldo ha sido una participación mayor del trabajador en el ingreso que de no haber sido de esa forma habría terminado en el balance en el campo de las utilidades de la empresa, no sólo hemos redistribuido la renta pública, también hemos logrado que la riqueza generada en el campo privado de la economía se distribuya de mejor forma, esto por supuesto que a una empresa privada que está acostumbrada a centrar su ganancia casi exclusivamente en la explotación de la mano de obra y no en otros factores de competitividad siempre le incomodó pero tuvimos la fuerza para imponerlo porque teníamos para ello no sólo razones morales sino también económicas, un salario potenciado, una mayor participación de los trabajadores en el excedente potencia el mercado interno y repercute en el circuito de consumo multiplicador.

Todas estas políticas nos permitieron bajar sistemáticamente la tasa de desempleo en Bolivia, de haber recibido un desempleo cercano al 9% en 2005, logramos reducir a nuestro mínimo histórico de 3.2 en 2012, el impacto de la crisis en Brasil Y Argentina desde el 2013 nos produjo un retroceso de dos puntos principalmente por su impacto en el comercio en poblaciones fronterizas, en 2016 terminamos con 5.5 de desempleo, Bolivia en los 14 años no estuvo exenta de los impactos de las crisis internacionales, entramos en gobierno en plena crisis mundial, enfrentamos la de 2008 y cuando el mundo se comenzaba a recuperar nos cayó la crisis del petróleo de 2012 en adelante, sin embargo se logró enfrentar todos los impactos sin sacrificar la estabilidad y el crecimiento, incluso volver a reducir hasta 4.2 el desempleo siendo durante todo ese periodo la economía con mayor crecimiento y menor desempleo, todo ello gracias a inversión pública, transferencias de recursos al mercado ambas para potenciar el mercado interno y mantener la temperatura de la economía, ya es innecesario mencionar a estas alturas que nuestro modelo económico en todos estos años se ha convertido en referencia internacional, incluso ser reconocido por organismos que son portaestandartes del modelo neoliberal fundamentalista como lo son el FMI, el Banco Mundial o la CEPAL.

Hoy el Estado se encuentra gestionado por el verdadero terrorismo, no hay peor terrorismo que el terrorismo económico, y no hay peor tragedia para un pueblo que en tiempos de crisis ser gobernado por los menos capaces y los menos honestos, la economía comenzó a ser destruida desde el 23 de octubre con el paro de los 21 días, se agravó la crisis con la llegada de la ineptitud al poder, desde el 12 de noviembre no se ha tomado una sola decisión que contribuya a resolver ninguno de los problemas que se han generado en la economía y el empleo, la paralización de la inversión pública en todos sus niveles, la paralización de plantas que estaban en plena producción, la paralización de la construcción de plantas que están destinadas a diversificar la economía, exportar nuevos productos y eliminar importaciones, todo ello mucho antes de la pandemia del corona virus, ha significado entrar en caída libre en las perspectivas económicas, la crisis sanitaria ha agravado estas posibilidades y se agrava cada día que la ineptitud aliada a la cleptocracia gobiernan el país, los planes de empleo lanzados con bombos y platillos por la publicidad estatal sólo son la reactivación de programas que en tiempos de Evo habían sido gestionados exitosamente, el Programa de Apoyo al Empleo viene funcionando desde 2103 habiendo logrado en sus dos ciclos previos al golpe superar las metas iniciales ampliamente, el Programa de Primer Empleo Digno dirigido a profesionales y técnicos superiores recién egresados fue exitoso desde su implementación en 2018, ambos con créditos BID, el PMEIL dirigido a mejorar la empleabilidad laboral fue exitoso hasta que mediante nota el Ministro de Planificación lo ha dado por cerrado hace 15 días, en plena crisis del empleo, redireccionando el financiamiento del Banco Mundial hacia el gasto corriente, los empleos de emergencia anunciados se vienen aplicando desde la crisis de 2012 en adelante, los iniciamos en poblaciones fronterizas con obras urbanas y recuperación de áreas productivas afectadas por desastres naturales, después se extendió a capitales y ciudades intermedias, uno de los pocos financiamientos garantizados del famoso plan del gobierno de facto para la reactivación del empleo en el que anunció 18.000 millones de bolivianos, son los 100 millones remanentes en el FPS de las obras inconclusas al momento del Golpe de Estado de esta cartera de proyectos urbanos, es decir lo único que se ha hecho es copiar y hacer mal lo que ya de por sí era exitoso.

Cuando pase el temblor, el mundo se encontrará en un estado de post guerra, las economías del mundo se van a contraer y cerrar para potenciarse desde adentro, la turbina del mundo que es China saldrá como un huracán no a comprar sino a vender, las economías más neoliberales, globalizadas y globalizantes incluso ellas estarán mirando al estado nuevamente como al actor fundamental de la reconstrucción, es decir después de la pandemia el mundo estará buscando un modelo económico, político y social que articule los actores con un estado paternalista y protector, el mundo estará buscando lo que en Bolivia habíamos intentado construir durante estos 14 años, mientras en Bolivia se intenta destruir las empresas del estado y se busca volver a enajenar los recursos estratégicos en beneficio del capital transnacional, en Alemania, Francia e Inglaterra grandes y emblemáticas corporaciones intentan colocar acciones en manos de sus gobiernos para que los ayuden a superar la crisis compartiendo su destino, cuando pase el temblor estaremos otra vez en contra ruta de la historia.

Funcionó tres veces en 14 años, después de la crisis sanitaria y la tragedia política de este año va a volver a funcionar, será mucho más difícil por todo el daño que se producido a la economía y el empleo, pero hoy en día sigue estando más vigente que nunca nuestro proyecto de país enmarcado en el Modelo Económico Social Comunitario y Productivo, la gente en estos terribles meses de improvisación lo está sintiendo, el taxista, el comerciante, el productor, el empresario, el banquero, la familia, fueron 14 años de tranquilidad, estabilidad y crecimiento, tal vez muchas cosas no salieron como se deseaba y otras no se hicieron como se debían, pero nunca falto el diésel para la cosecha ni el pan en la mesa de la familia, ni el trabajo digno para nadie. 

 Santa Cruz, 17 de septiembre de 2020

jueves, 30 de julio de 2020

POR LA SALUD, LA VIDA, LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO

Por: Emilio Rodas Panique


El bloque golpista no resolvió con el golpe una crisis, instaló una crisis política con el derrocamiento de un gobierno constitucional y la interrupción de un mandato, a partir de ahí tenemos un gobierno ilegítimo en una supuesta transición eterna, la crisis política se agrava y se vuelve multidimensional con las medidas inmediatas de carácter políticas y económicas, la suspensión ipso facto de la inversión pública, el sabotaje premeditado a las empresas públicas y la repartija en calidad de botín de las reparticiones estatales, lejos de aliviar las pérdidas económicas por más de 20 días de paro obligado, acentúan la sensación de incertidumbre por primera vez en 14 años, la represión política, judicial y militar en manos de psicópatas y depravados del poder tornaron el ambiente de crisis generalizada en un escenario altamente contaminado y denunciado por todos los organismos internacionales como irrespirable en un estado de derecho.

Sobre ese escenario la crisis sanitaria, que lejos de ser administrada con responsabilidad y empatía con la dimensión de la crisis, paso de ser gestionada de manera inepta y corrupta a ser instrumentalizada con fines exclusivamente políticos, no hay en los 128 días de cuarentena ninguna medida efectiva desde el gobierno que haya logrado alterar la gravedad de la crisis, ya es redundante mencionar lo hecho y sobre todo lo no hecho en este tiempo, lo cierto es que la única actuación del gobierno se puede evidenciar en dos actividades, el reporte diario de daños (contagiados y muertos) una estadística absolutamente dudosa, y la profusa cantidad de publicidad estatal basada en mentiras oficiales sobre sus medidas y sus resultados, uno puede imaginar la reacción de una persona cuando ve a la Señora Añez hablando del país de las maravillas y esa misma persona no ha podido acceder a una prueba de diagnóstico para corroborar sus síntomas o cuando una persona de su entorno familiar no ha logrado ningún tipo de asistencia sanitaria en la emergencia.

La grave crisis sanitaria y la espantosa calamidad económica que se cierne sobre el pueblo han evidenciado que se vuelve imprescindible resolver la crisis política, pasar de la transitoriedad a la ruta constitucional, democrática y legítima no es sólo una cuestión de intereses partidarios, es una cuestión de vida o muerte para millones de ciudadanos de este país, continuar en este limbo político sólo agrava la crisis, el único sustento real que posee el gobierno ahora es el poder de los medios de comunicación tradicional, que cada vez pierden fuerza y credibilidad ante una multiplicación exponencial de la actividad en redes sociales, donde ha perdido la batalla, y la otra fuerza es su capacidad represiva a través de la Policía, los jueces y fiscales, y las Fuerzas Armadas, con sólo eso no se puede gobernar, no se pueden tomar decisiones que ayuden a resolver las crisis en todas sus variables.

Desde el primer momento y aún con las fuerzas progresistas en estado de shock y la Asamblea Legislativa Plurinacional en total desorientación se intentó proyectar una sensación pacificadora, haciendo uso de la coerción política y policíaca se arrastró a la Asamblea a involucrarse en acuerdos políticos iniciales que daban la sensación de avances, se hacían sin embargo negando a la fuerza mayoritaria del uso de su peso específico en la votación, Tuto y Ortiz monitoreaban la actuación de una Asamblea en la que ambos no tenían ni un tercio, bajo el chantaje como arma política de uso práctico, así se llegó a anular las elecciones sin base jurídica, a reconstituir el órgano electoral y convocar a nuevas elecciones para el 3 de mayo, muy lejos del plazo establecido en la Constitución de 90 días, al instalarse la crisis sanitaria se dio por hecho que no podría realizarse las elecciones y se suspendió, la nueva fecha fue solicitada por el Tribunal Electoral a la Asamblea, ésta mediante ley estableció una nueva fecha, la agudización de la crisis sanitaria ante la inacción absoluta del gobierno hizo necesario un nuevo acuerdo político que nuevamente fue sometido a consideración de la Asamblea para que ésta lo convierta en ley, en cada uno de los momentos de necesidad de modificar los plazos la Asamblea fue el escenario de debate y acuerdos para ello, sin embargo el último aplazamiento y la determinación de fecha ha sido ejecutado unilateralmente por el órgano electoral, ¿que ha cambiado? ¿Por qué antes era necesario una ley y ahora no?

Demás está decir que los números no les cuadran al bloque golpista, en ninguno de los escenarios proyectados por ellos mismos, el MAS desaparece como opción principal del voto, pasa el tiempo y la crisis sanitaria usada como arma política sólo les da resultados para justificar los aplazamientos interminables, pero con cada aplazamiento las proyecciones electorales mejoran para el MAS, cada vez es más difícil ilusionarse con derrotar al proceso de cambio, por ello es que se ha decidido dar un paso más allá de cualquier idea de concertación necesaria, han decidido cerrar el ciclo sin el MAS y Luis Arce, por ello han prescindido de la Asamblea que es lo que le da vigencia institucional a nuestro proyecto político en este escenario de asimetrías absolutas de poder, ya el gobierno echó mano del crédito vetusto del FMI sin aprobación legislativa, por ello el chantaje del bono de los 500 Bs, ya la Señora Añez ascendió sin aval legislativo de forma inconstitucional a los generales golpistas y masacradores de noviembre y ahora el TSE decide cambiar con resolución de sala plena lo que le estaba mandado por ley, con este último precedente, basado en la independencia de poderes un juez de cualquier juzgado podría en una sentencia judicial modificar una figura penal tipificada en la ley, está claro que la decisión política es la de intentar perfeccionar en la formalidad el ciclo golpista prescindiendo absolutamente de la fuerza política más importante electoral, orgánica y socialmente, al parecer han decidido volver a hacer lo de noviembre, pero, ¿servirá de algo? ¿Ayudará realmente a superar la crisis multidimensional? ¿Es posible cerrar el ciclo negando la existencia inevitable de una fuerza política histórica como el MAS?, es axiomático decir que no, esto sólo implica prolongar la crisis indefinidamente con toda la carga de efectos catastróficos para la vida de nuestro pueblo.

Lo ocurrido desde octubre de 2019 nos deja lecciones valiosas, es evidente que una buena parte de la sociedad boliviana no piensa como nosotros y tiene derecho a hacerlo, sean cuales sean las razones que los han llevado a ese razonamiento es indiscutible que respetamos su forma de entender Bolivia, intentar reconstruir lo que se ha destruido en estos ocho meses pasa por entender está diversidad de visiones y tratar de encontrar puntos de acuerdos mínimos, para nosotros la superación de esta crisis no pasa por la negación absoluta de otras visiones y la imposición a rajatabla de nuestro razonamiento, debemos coexistir inevitablemente, no es la aniquilación del adversario la que nos llevará a superar la crisis, es la aceptación de las diferencias y que sea el pueblo el que decida el camino que debamos recorrer todos, probablemente durante un largo periodo de tiempo tendremos que gestionar esta división en una especie de bipartidismo de hecho, la otra parte si en verdad está dispuesta a pasar a otra página de la historia deberá aceptar que hasta hoy pese a su enconado esfuerzo no ha podido aniquilarnos, seguimos y seguiremos existiendo, si piensan que la postergación interminable de las elecciones o la anulación de nuestro carnet de identidad política formal nos va a hacer desaparecer están equivocados, el Proceso de Cambio no es sólo una sigla o un líder o una candidatura es una forma de entender Bolivia, una forma que creemos con todas nuestras fuerzas que es buena para la patria y sus habitantes, no va a desaparecer con medidas administrativas o políticas coyunturales porque es un sentimiento instintivo del pueblo.

Por ello es que trabajadores por cuenta propia, productores del campo y la ciudad, comerciantes, transportistas, obreros, maestros, profesionales, juventud, mujeres, etc, se movilizan no sólo por elecciones, las elecciones son la vía legal para volver a la normalidad política y la construcción de equilibrios saludables para gestionar la salud, la economía, el empleo, el bienestar de nuestro pueblo, negar la vía electoral a la mayoría del pueblo es deliberadamente empujar a ese pueblo a las calles y las carreteras a reconquistar su derecho, pese al riesgo de contagios la gente saldrá espontáneamente porque siente que tiene que incidir en el curso de los acontecimientos, es por la salud, la vida, la economía, el empleo.

El gobierno de facto hoy es gestionado por un grupo político minúsculo, su candidato en octubre obtuvo sólo el 4%, su presidenta-candidata a cada día se cae en la intención de voto, su vocación de poder no se condice con su dimensión política, esto lo inhabilita como interlocutor para discutir las crisis y sus desenlaces, el debate es precisamente el como superarlos en el corto plazo para evitar mayores daños, otras fuerzas políticas que poseen mayor legitimidad deben asumir esa interlocución y ayudar a instalar una ruta crítica inmediata que haga posible la restauración constitucional y democrática, hay que animarse a dar pasos más audaces en este camino, entendiendo que coexistiremos aunque no nos gustamos, negarse a hacerlo, esconder la cabeza como el avestruz es negarse a una salida posible y contribuir con ello a empujar a todos al desastre que podemos evitar, el Tribunal Electoral deberá leer esta realidad y animarse a interpretarla si en verdad tiene vocación y compromiso democrático, de lo contrario pasará a la historia como el notario de la quiebra definitiva de la democracia boliviana, será superado por los acontecimientos.

lunes, 29 de junio de 2020

CARLOS D. MESA RECONOCE LOS LOGROS DE LUIS ARCE

Por: José Rafael Jaldín Fernández*

El candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa Gisbert, reconoció más de una vez los logros del MAS en materia económica. Los consideró impresionantes, contundentes, que no permiten discusión, además de señalar que son los avances más significativos de los que se tenga memoria. Con puño, letra y admiración por el ahora candidato Luis Arce Catacora publicó el siguiente texto:

“El ministro Arce demostró un manejo adecuado de la macroeconomía en todos sus ámbitos, manejo acompañado por la exhibición de unas cifras simplemente impresionantes. Tamaño del PIB nacional, crecimiento anual de ese PIB, inflación controlada, reservas internacionales, superávit fiscal, son contundentes”. (Carlos Mesa G. Economía, La Prueba De Consistencia. Fuente: Diario Página Siete. 2015)

Otro escrito de Carlos Mesa reconoce que la vida de los bolivianos y la competitividad del país cambió en la gestión del MAS, escribe Carlos Mesa:

La inversión intensa y sostenida en infraestructura, con antecedentes relevantes durante el período democrático, cobró un ritmo y una velocidad que permiten pensar que el país por fin recupera competitividad y transforma las vidas de compatriotas que por siglos vivieron cerca de una mala carretera de tierra, sin luz y sin agua. Bolivia, finalmente, puede completar su camino de modernización. (¿Modernización tardía? Fuente: Pagina Siete. 2015)

En sus dos artículos referidos a la “Pobreza, Logros y Desafíos” Carlos Mesa escribe: 

“…Uno de los logros relevantes de este gobierno es, sin duda, el significativo avance en la lucha contra la pobreza. La pobreza en general ha disminuido de más de 60% en 2003 a 45% en 2013, y la pobreza extrema de 40% en 2003 a 21% en 2013. El avance más significativo en sólo ocho años del que tengamos memoria” (Lucha Contra La Pobreza: Logros Y Desafíos. Blog De Carlos Mesa 2013)

Postura que ratifica en noviembre de 2017, cuando indica:

“La pobreza disminuyó de casi el 60% al 39%, una cifra notable, 21 puntos menos, mientras que la pobreza extrema pasó de 36,7% a 16,8%, una reducción de más de la mitad. Se trata de un rango que no tiene precedentes en nuestra historia y que no podemos menos que reconocer”. (Carlos Mesa Pobreza, Logros Y Desafíos Fuente: Diario Página 7. 2017)

Además, Carlos Mesa reconoce el sólido Modelo Económico de Luis Arce Catacora y que gran parte del éxito de Evo Morales se debe al mismo cuando Señala:

 “Uno de los ejes fundamentales de todo el andamiaje de este proceso político ha estado en el ministerio de Economía y Finanzas” “Los pros y contras de lo hecho hasta ahora estuvieron siempre bajo el brillante celofán de unas cifras macroeconómicas que no permiten discusión”. “(…) la grasa acumulada en casi una década permitiría a Bolivia pasar el trance de la caída de precios con tranquilidad” (Carlos Mesa G: Economía, La Prueba De Consistencia. Fuente: Página 7 2015). 

Nadie que no sea admirador de la capacidad de gestión de una persona, escribe así, peor si se compara a Evo Morales con el mismísimo Libertador Simón Bolívar como hace Carlos Mesa en 2010:

 “El Presidente Morales es en ese y otros muchos sentidos un caso excepcional. Lo es porque como nunca antes desde Simón Bolívar a hoy, una figura política cobró una trascendencia mediática de tal magnitud, es además la figura boliviana de mayor proyección internacional que hayamos tenido nunca.” (Carlos Mesa G: Morales, Las Razones De La Entraña. Fuente: Blog Personal De Carlos Mesa 2010)
Estos escritos, entre muchos del 2010 al 2017, demuestran una constante en el pensamiento de Carlos Mesa respecto al MAS y a Luis Arce.

Para concluir:

1. Más allá de cualquier crítica, el Carlos Mesa escritor, docente, historiador y periodista reconoció los logros de Evo Morales y del ahora candidato del MAS IPSP Luis Arce Catacora. En tanto el Carlos Mesa candidato tiene otros juicios que le muestran como una persona ambivalente e indecisa.

2. Los argumentos de Carlos Mesa no son los de un candidato comprometido a vencer a nuestro partido (recordando su último envalentonamiento de caricatura), sino, los de un jefe de campaña o Militante del MAS, es decir: LOS DE UN HOMBRE QUE VOTARÍA EN URNAS POR LUIS ARCE CATACORA. Tampoco es para menos, muchos periódicos mencionan a LUIS ARCE como: “El Padre Del Milagro Económico en Bolivia”, “El Cerebro Detrás Del Éxito De Morales En Bolivia” The Wall Street lo menciona como “El Artífice Del Resurgimiento Económico En Bolivia”
3. Más allá de cualquier postura política, instituciones como el FMI, la CEPAL, publicaciones de CLACSO, universidades e intelectuales de diferentes países, incluyendo el candidato Carlos Mesa reconocieron el Éxito Del Modelo Económico En Bolivia, haciendo de Luis Arce un Hombre admirado tanto por sus enemigos como por sus amigos. A pocos meses de las elecciones, ese sereno y paciente Exministro de Economía es uno de los candidatos con mayores posibilidades de vencer en las urnas.

*Militante de Columna Sur

miércoles, 17 de junio de 2020

Nuestro Plan País (2020 – 2025) para transformar EE.UU.

Por: Mauricio Bustamante Rivero*



A través del presente escrito, convocamos a toda la militancia progresista nacional e internacional, a una concentración en la histórica plaza “Liberty Park” de Manhattan – Nueva York, por dos motivos fundamentales: (1) La autoproclamación de un Presidente o Presidenta Encargada de EE.UU. y (2) la presentación de nuestro Plan País 2020 - 2025.

Definitivamente, muchos ciudadanos y cuidadanas podrían hacerlo mejor que Trump. Podríamos elegir a cualquier compañero o compañera que desde Mineápolis, Detroit, Oakland, Indianápolis, St. Louis, Chicago, Louisville, Davenport, Baltimore, Atlanta, Phoenix, Charlotte, Las Vegas, Filadelfia, Fort Lauderdale, San Francisco, Los Ángeles, Nashville, Salt Lake City, Nueva York, Washington, D.C., Miami, Portland (Oregón), Pittsburgh, Seattle y Tulsa, le mostraron al mundo que aún hay fuerzas y esperanzas de una transformación profunda en EE.UU. ¡GEORGE FLOYD: LA LUCHA SIGUE! ¡BLACK LIVES MATTER!

Que nadie se preocupe por los formalismos. El mismísimo gobierno de Mr. Trump reconocerá al movimiento. Ellos no dudan en vulnerar su propio “orden democrático” tal como lo conciben. Además, seremos muy indulgentes con Trump y podrá irse a México. Allá seguro sabrán tratarle con el mismo cariño y la misma deferencia que él tuvo con los niños, niñas, madres, padres y toda la población migrante.

¿Qué haremos por transformar EE.UU.? Veamos las principales propuestas de nuestro Plan País 2020 – 2025:

1.   Retiraremos todas nuestras tropas de Irak, Somalia, Libia, Yemen, Pakistán y Siria, para que esos países recuperen la soberanía sobre sus recursos naturales y esto les permita reconstruir sus naciones (toda la infraestructura vial, sanitaria, educativa e industrial destruida) posibilitando el regreso de los más de 10 millones de refugiados, inclusive profesionales y técnicos que migraron y significaron una pérdida enorme para el desarrollo de sus países, que durante la guerra tuvieron un retroceso en todos los indicadores de desarrollo humano. Romperemos relaciones con Israel y ya no respaldaremos el brutal ataque genocida contra el pueblo de Palestina, en el cual mueren centenares de personas diariamente.

2.     Restableceremos las relaciones internacionales bajo la premisa inequívoca de la diplomacia de los pueblos, con igualdad, reciprocidad y respeto a la soberanía de las naciones. En principio, se remitirán notas diplomáticas pidiendo sinceras disculpas y condolencias a Argentina, México, Nicaragua, Uruguay, Panamá, Paraguay, Chile, Puerto Rico, Haití, República Dominicana, Guatemala, Túnez, Japón, China, Angola, Corea, Indonesia, Camboya, Líbano, Libia, Somalia, Sudán, Afganistán, Filipinas, Irak, Yemen, Pakistán y Siria, por las intervenciones militares que causaron la sensible muerte de sus connacionales y afectaron su desarrollo. En la misma línea, se enviarán notas a los países de Europa y América Latina pidiendo disculpas por la intervención y financiación de los golpes de Estado perpetrados militarmente y que dejaron miles de personas muertas, heridas, torturadas, exiliadas y desaparecidas. Por supuesto, suspenderemos el embargo a Cuba y realizaremos una propuesta de resarcimiento de daños, y levantaremos las sanciones irracionales impuestas actualmente contra Venezuela.

3.   Promoveremos un “Acuerdo Internacional por el Derecho a la Existencia de los Pueblos”, que congregue a todos los países para frenar en seco la carrera armamentística, la industria nuclear y la inversión en bombarderos estratégicos, cohetes crucero, portaviones nucleares y submarinos atómicos, para reinvertir esa cantidad monstruosa de dinero en el sistema universal de salud gratuita a prueba de cualquier pandemia, en el abastecimiento de los servicios básicos, en la compra de equipos agrícolas para la diversificación productiva con soberanía y seguridad alimentaria, en la alfabetización mundial y en la cultura de la paz.

4.  Nos convertiremos en un aliado del planeta y retomaremos el Acuerdo de París contra el cambio climático, cumpliendo con la reducción sostenida de gases de efecto invernadero en un 10% hasta el año 2050. Las fuerzas productivas se desarrollarán en base a la satisfacción de las necesidades básicas de la sociedad, promoviendo los equilibrios necesarios para saber qué producir, qué consumir y de qué tipo de energía depender.

5.   Seremos un país soberano y por esa misma razón, respetuoso de los asuntos internos de otros países. Pero, si los emporios económicos internacionales insisten en mantener alianzas con las clases políticas que pregonan la guerra, declararemos el reclutamiento obligatorio, de tal suerte que a la guerra irán jóvenes entre dieciocho y veintiséis años de edad de todas las familias, incluidas aquellas que por sus ingresos forman parte del 5% de las rentas más altas. Si los ricos están de acuerdo con ir a la guerra físicamente, sería una gran sorpresa sin duda, pero no pasará.

6.  Cambiará nuestra concepción de la democracia y con ello también el sistema electoral estadounidense. Con lo primero, se afirma con claridad que no se ejercerá más un modelo de democracia impuesto a bombazos en Oriente Medio, o a través de la injerencia en las elecciones de otros países. Con lo segundo, plantearemos un proceso participativo de discusión para la reforma del sistema electoral nacional, que tiene problemas evidentes porque quienes obtienen mayoría de votos de la población no resultan electos o electas.  

7.    En lo económico, seremos intolerantes con la avaricia y corrupción del 1% de banqueros que se apropia de la riqueza y seremos parte del 99% que plantea una revolución estructural que redistribuya la riqueza nacional de acuerdo a las necesidades de la población, evitando la trampa de las compañías que han ocasionado que treinta millones de personas lleguen a su tope de endeudamiento y se vayan ejecutando más de 3 millones de hipotecas y desalojo de hogares. Para superar la crisis económica desatada por el capitalismo, donde el COVID - 19 es un efecto perverso más, dinamizaremos el mercado interno y la inversión pública en los sectores estratégicos y en los sectores generadores de ingresos y empleo. Diversificaremos la economía, profundizaremos el apoyo a la agricultura orgánica, el turismo, la vivienda, el transporte y las artesanías. Asimismo, promoveremos transferencias condicionadas, incrementos salariales dignos y desarrollaremos formas de producción basadas en relaciones sociales que sustituyan el trabajo enajenado y erradiquen la explotación y el usufructo.

8.   Erradicaremos al Estado monocultural, colonial, discriminatorio, represivo y excluyente; y lo sustituiremos por un Estado plural e intercultural que respete los derechos de afrodescendientes, indígenas, blancos, estadounidenses de origen latino e hispano, reconociendo sus derechos y formas de autogobierno, en el marco de la  vigencia plena y respeto absoluto a los derechos humanos elementales como la vida, la integridad física individual y colectiva, la libertad de expresión, etc.   

9.   La salud y la educación serán asumidas como derechos fundamentales de las personas y no como privilegios del dinero, por lo cual serán gratuitas y de acceso universal, haciendo hincapié en la prevención en cuanto a salud y en la especialización educativa de acuerdo a las necesidades de desarrollo del país. Ampliaremos la capacidad de las bibliotecas físicas y virtuales en todas las escuelas y universidades, impulsando eventos académicos, lúdicos, culturales y deportivos abiertos a la población, que permitan a las personas leer, debatir y vivir preguntando y respondiendo sobre los problemas fundamentales de la sociedad. Somos el país más desarrollado del mundo y contamos con la tecnología más avanzada y mucho capital humano. Replicaremos el ejemplo de Cuba y pondremos a disposición de todos los países, brigadas solidarias para salvar vidas y equipos que impulsen la tecnología, la educación, el arte y la cultura.

10. Promoveremos un Estado despatriarcalizado que respete los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBT, que incida mundialmente en la erradicación de la violencia en razón de género, los feminicidios, los crímenes de odio, las violaciones sexuales y la trata y tráfico de personas. Asimismo, aprovecharemos lo que queda del bono demográfico para que la juventud no vaya a la guerra sino que acceda a un trabajo digno en los procesos de diversificación productiva, industrialización, reingeniería de los servicios de protección social, excavaciones de pozos para el abastecimiento de agua potable, planes de prevención y mitigación del cambio climático, aumento de la esperanza de vida, etc.

Después de muchos años de statu quo, es importante escribir otras líneas en nuestra historia. Vengan a la plaza y dejemos en cada palabra de estas propuestas, el testimonio de nuestra presencia y compromiso con la transformación. Tenemos la esperanza y, sobre todo, el deseo de acertar esta vez.

*Militante de Columna Sur

martes, 9 de junio de 2020

La Cultura no es despilfarro

POR: VERÓNICA CÓRDOVA*

Primero levantaron la cuarentena, con excepciones muy significativas. Mantuvieron la suspensión de actividades culturales, deportivas y políticas, al tiempo que autorizaron actos y ceremonias religiosas. La naturaleza discriminatoria de esta excepción no se le escapó ni siquiera a las autoridades eclesiásticas. ¿Será que los virus diferencian entre quienes se reúnen para rezar y quienes lo hacen para escuchar música? ¿Será que las necesidades espirituales, urgentes después del largo encierro, solo se reducen a ir a misa? ¿No es también alimento para el espíritu el teatro, el cine, la tertulia e incluso la reflexión política?

No contentos con discriminar a los artistas, su siguiente decisión es eliminar completamente el Ministerio de Culturas, fusionarlo con Educación, con Deportes, con cualquier cosa, borrando de un plumazo una conquista de décadas. Para ellos el arte es puro despilfarro, la identidad de nuestro país es tan útil como la bocina de un avión, el alma de Bolivia es un invento del Movimiento Al Socialismo y las instituciones creadas por los artistas para proteger su trabajo y estimular la creación son nada más que un gasto insulso.

¿Qué podemos decir ante esta nueva arbitrariedad, ante este despliegue de ignorancia, ante esta nueva manera de censurar y acallar las voces que podrían ser críticas? Eliminar el Ministerio de Culturas es una acción tan fascista como quemar libros en la plaza. Y lo hacen con el pretexto de ahorrar recursos. ¿Esos mismos recursos que derrocharon pagando sobreprecios en respiradores y en bombas lacrimógenas? ¿Esos mismos recursos que malgastaron en viajes en avión para festejar cumpleaños?

Dicen, para colmo, que eliminando el Ministerio de Culturas van a apuntalar la economía de las familias. ¿De qué familias? ¿De las suyas, como han hecho hasta ahora?

El arte es, debe ser, un artículo de primera necesidad, tanto en su consumo como en su producción. Durante la cuarentena, muchos encontramos consuelo y compañía en la música, los libros, las películas. Muchos artistas liberaron su trabajo en las redes sociales, hicieron actividades gratuitas, lanzaron convocatorias, aliviaron la pesada carga del aislamiento y el miedo. Y el Gobierno nos retribuye con discriminación, maltratos y finalmente borrando de un plumazo una institución que nadie “se inventó”: Nosotros la luchamos.

Esta semana circuló una solicitud de renuncia de la autoridad de Culturas, que firmamos cientos de artistas. Ahora, frente a este nuevo atropello, corresponde decir con claridad que no es solamente la Ministra de Culturas quien nos ha fallado en esta pandemia.

Es todo el gobierno de facto, que prioriza la represión antes que la salud; que utiliza la vida (y la muerte) de los bolivianos para tomar medidas que no le corresponden, afectando la economía y la biodiversidad del país en el largo plazo; que asumió el poder supuestamente defendiendo la democracia, y ahora se opone a la realización de elecciones. Ya no hay lugar para la duda, y hasta los más entusiastas pititas van a tener que preguntarse (si les queda un poco de honestidad y sangre en la cara): ¿Qué más se podía esperar de un gobierno que se hizo del poder sobre los cadáveres de decenas de compatriotas?

Nosotros, los artistas, no necesitamos de un Ministerio para componer, para filmar, para escribir, para pintar, para hacer danza, teatro, para —frente a todo obstáculo— seguir creando. Pero un país que no protege su cultura es un país sin alma, sin identidad, sin ajayu y, por tanto, sin futuro. Un Estado que no promueve el arte es un Estado muerto. Y un gobierno que considera la cultura un despilfarro, es un gobierno que no merece ningún respeto.

*Verónica Córdova, cineasta boliviana

lunes, 8 de junio de 2020

George Floyd, en un escenario mundial adverso

Por: Marco Antonio Nina*


La muerte de George Floyd irrumpe en un contexto que aglutina factores políticos y sociales relacionados con el racismo y la discriminación. El COVID - 19 también nos genera un espacio de análisis ya que contrasta la realidad de quienes sufren de algún tipo de diferenciación. Por lo tanto, este texto busca proporcionar un marco de lectura y análisis que permita comprender por qué las manifestaciones de #Antifa y #BlackLivesMatter son sistemáticas en el mundo.

La llegada al poder de Trump y Bolsonaro, como también el surgimiento de Vox en la esfera política, responde a que existen sectores de la población que encuentran afinidad con algunas características del fascismo, en principio: xenofobia, racismo y alguna forma de discriminación. No es coincidente que en esta configuración del escenario político mundial, estos gobiernos y partidos políticos encuentren apoyo en las clases medias (sobre todo clase media alta) y sectores de las élites sociales. Una vez estando en los balcones de la “democracia”, estos agentes políticos utilizan su discurso fascista para polarizar aún más con la población vulnerable (presos del consumismo y de las bondades tecnológicas que te alejan de la investigación) y radicaliza a los sectores afines. Algunos ejemplos: Bolsonaro “Estoy a favor de la tortura. Y el pueblo está a favor también”, “Hay que dar seis horas para que los delincuentes se entreguen, si no, se ametralla el barrio pobre desde el aire”; Trump “Pido el bloqueo completo y total a la entrada de musulmanes a EEUU”, sobre los nigerianos “Cuando llegan a EEUU, ya nunca más quieren volver a sus chozas”.

Por otra parte, están los gobiernos de Colombia, Ecuador, Argentina, Francia, Chile y Bolivia. Colombia, después de la firma del acuerdo de paz con las FARC, registró para diciembre de 2019, más de 173 y 303 asesinatos de exguerrilleros y defensores de derechos humanos y líderes sociales, respectivamente. Líderes sociales en defensa de sus comunidades, medio ambiente y en contra de actividades ilegales (ejemplo: minería). Ecuador, con las movilizaciones de transportistas e indígenas, estos últimos llegaron a tomar la Asamblea General de Quito, en contra de los paquetes económicos impuestas por el FMI. De la misma forma en Argentina, el neoliberalismo de Macri llevó al país a tener una tasa de pobreza del 40%, con medidas económicas de reajuste y la implementación de paquetes del FMI, que fueron una condición para acceder a créditos que al final se perdieron en la especulación financiera. Provocaron manifestaciones de jubilados y maestros, entre otros sectores. Francia, país con rasgos culturales de rebelión, el movimiento de los “chalecos amarillos” que en principio se fundamentaban en contra del aumento del precio del combustible, terminó desatando otras reivindicaciones sociales. Chile, el detonante de las protestas fue el aumento del precio del pasaje del metro, pero en el transcurso de los días se fueron sumando otras exigencias que respondían a múltiples problemas sociales (el alto costo de la vida,​ bajas pensiones, sistema de salud inaccesibles, y un rechazo generalizado a toda la clase política y al descrédito institucional acumulado durante los últimos años, incluyendo a la propia constitución de ese país). Durante las protestas de 2019 se registraron más 30 fallecidos y cientos de heridos. Bolivia, después de contar con un crecimiento económico sostenido, según organismos internacionales, y con una estabilidad política; el gobierno del MAS llegó después de 14 años, a su natural desgaste; pero dejando un escenario político histórico donde se hicieron realidad las demandas de la memoria histórica colectiva de los pueblos indígenas, campesinos y originarios generados por Julián Apaza (Túpac Katari) en el siglo XVIII, como primer elemento. Y como segundo elemento, tenemos la recuperación de la identidad nacional que se había perdido durante la época neoliberal. Estos dos elementos más el crecimiento de las clases medias, producto del crecimiento económico, van a configurar el escenario social y político de octubre y noviembre de 2019 (Senkata, Sacaba, Ovejuyo, Plan 3000, entre otros). El movimiento citadino denominado “pititas”, interpeló al gobierno del MAS exigiendo “democracia”. En respuesta, los movimientos populares salieron a defender las reivindicaciones alcanzadas en el marco de un sistema democrático vigente en Bolivia. Lo que no pudieron prever los bloques sociales en pugna, es que las fuerzas de seguridad del Estado asumirían un rol decisivo para perpetrar un golpe de Estado, y cuya resistencia popular dejó un lamentable saldo de 35 personas fallecidas, más de un centenar de heridos y más de 1000 personas detenidas.

En EEUU, el problema fascista y racial no es coyuntural, es histórico y de índole estructural. Nos basaremos en hechos sustanciales que generaron la indignación del mundo, buscando contrapuntear la falta de empatía y el silencio de las mayorías. En 1955, en el estado norteamericano regían “las leyes Jim Crow”, diseñadas para que los afroamericanos se sintieran inferiores y así mantenerlos marginados de la sociedad. En este contexto surgió el caso de Rosa Parks, la mujer negra que no cedió su asiento a un blanco en el autobús y que luego fue arrestada; pero desató un movimiento social contra el racismo sin precedentes. Otro caso, en 1962 James H. Meredith fue el primer estudiante universitario afroamericano en ingresar a una universidad (University of Mississippi); pero alcanzar ese hito no fue sencillo producto de la resistencia racista del gobernador y de los estudiantes.  Lo mismo ocurrió en 1963 en Alabama, el gobernador George Wallace en un intento simbólico de respetar su promesa −al asumir su cargo− de "segregación ahora, segregación mañana y segregación por siempre" y detener los procesos de desegregación en las escuelas, se paró en la puerta del auditorio para intentar bloquear la entrada de dos estudiantes negros, Vivian Malone Jones y James Hood. Uno de los casos más violentos es el del taxista Rodney King en 1991, que fue brutalmente golpeado sin ninguna culpa por policías que al final salieron absueltos. Rodney King fue encontrado muerto, en el 2012 en circunstancias sospechosas.  Estos hechos entre otros (Tamir Rice, Ahnayd Arbery, Atatiana Jefferson, Walter Scott, Tayvon Martin, Breonna Taylor) contrastan lo que ocurre en el día a día en EEUU, muchos de ellos lejos del conocimiento público.

Los hechos raciales en el mundo sufren algún tipo de discriminación e impunidad por parte de las instituciones de justicia, logrando reproducir aún más hechos violentos e injustificados. Ahora, en contravía al sentido de humanidad de las comunidades, la pandemia está siendo aprovechada por los súper ricos para ahondar la ultra-concentración de la riqueza. En esa labor están numerosos gobiernos en Latinoamérica y en el mundo, gobiernos extremistas y ultraconservadores como los de Colombia, Chile, Brasil, Bolivia, Ecuador, El Salvador. Las sociedades del mundo en algunos casos están aprendiendo a ser solidarias; pero en otros casos, la falta de empatía está signada en señalamientos y perjuicios en contra de las personas que viven en función de sus ingresos diarios y que, con desesperación, salen a buscar el pan de cada día; por otra parte, los sistemas de salud resultan inaccesibles para la mayorías y en algunos casos los hospitales priorizan la atención de personas blancas, con preferencia que no sean adultos mayores, y dejan para el último a los infectados negros y a los ancianos, para no gastar esfuerzos en algo perdido (como en EEUU, Brasil e Italia).

Éste es el contexto que configura los escenarios políticos y sociales del mundo donde un sistema desgastado profundiza desigualdades e injusticias. Lo que estamos viendo desde ya es solo el preámbulo de lo que muy probablemente será la “nueva normalidad”. Arbitrariedad estatal e institucional, abuso policial y militar por doquier, en el seno de algunas sociedades distantes de valores humanos que parecen aceptar la violencia y una suerte de distinción de muertos de primera y de segunda. Desde ya se ha implantado en muchos lugares un “Estado de hecho” en suplantación de uno de “Derecho”, lo cual nos recuerda en un punto que capitalismo y democracia son antagónicos. En medio del caos general desatado por la actual pandemia, el propio Secretario General de la ONU ha denunciado esta alarmante situación, sin tener mucha repercusión. Y claro, era de esperar esta respuesta del sistema ya que el capitalismo transpira violencia, desde su nacimiento, desarrollo y expansión. Y nada parece indicar que sus belicosas élites vayan a ceder su rol protagónico a través de un tranquilo suspiro.

Por lo tanto, la muerte de George Floyd resulta ser otro hecho lancinante, en una actualidad, que exacerba la indignidad del mundo. En este punto convergen problemas que a lo largo de la historia del capitalismo se volvieron insostenibles en el tiempo. Hoy vemos y escuchamos a los negros que sufren el peso de la injusticia deshumanizante y la herida abierta del racismo que se ha estado pudriendo durante siglos y en donde debemos evitar pasos en falso, como ser: “guardar silencio” ante las injusticias, si eres neutral en las situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor;  evitar “estar a la defensiva”, no reconocer un hecho indignante buscando evidencia que legitime la violencia provocando que los miembros de grupos objetivo se sientan aún más alienados. Entendamos que los comentarios sobre las desigualdades sistémicas no son ataques personales; y por último, evitar la “sobregeneralizacion” de hechos aislados que desvirtúen una realidad existente (Racismo).

Por ende, el enfrentamiento ineludible tiene un nombre: revolución. En este tiempo la revolución tiene un prólogo cultural porque será necesario derribar espesos muros de ignorancia y prejuicios que son la primera línea defensiva del capitalismo. Habrá que derrotar la coerción ideológica mediática y cultural del capitalismo.

Recordemos que revolución es “sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas” Fidel Castro, discurso en la Plaza de la Revolución, La Habana, 1 de mayo del 2000.

*Militante de Columna Sur