lunes, 29 de junio de 2020

CARLOS D. MESA RECONOCE LOS LOGROS DE LUIS ARCE

Por: José Rafael Jaldín Fernández*

El candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa Gisbert, reconoció más de una vez los logros del MAS en materia económica. Los consideró impresionantes, contundentes, que no permiten discusión, además de señalar que son los avances más significativos de los que se tenga memoria. Con puño, letra y admiración por el ahora candidato Luis Arce Catacora publicó el siguiente texto:

“El ministro Arce demostró un manejo adecuado de la macroeconomía en todos sus ámbitos, manejo acompañado por la exhibición de unas cifras simplemente impresionantes. Tamaño del PIB nacional, crecimiento anual de ese PIB, inflación controlada, reservas internacionales, superávit fiscal, son contundentes”. (Carlos Mesa G. Economía, La Prueba De Consistencia. Fuente: Diario Página Siete. 2015)

Otro escrito de Carlos Mesa reconoce que la vida de los bolivianos y la competitividad del país cambió en la gestión del MAS, escribe Carlos Mesa:

La inversión intensa y sostenida en infraestructura, con antecedentes relevantes durante el período democrático, cobró un ritmo y una velocidad que permiten pensar que el país por fin recupera competitividad y transforma las vidas de compatriotas que por siglos vivieron cerca de una mala carretera de tierra, sin luz y sin agua. Bolivia, finalmente, puede completar su camino de modernización. (¿Modernización tardía? Fuente: Pagina Siete. 2015)

En sus dos artículos referidos a la “Pobreza, Logros y Desafíos” Carlos Mesa escribe: 

“…Uno de los logros relevantes de este gobierno es, sin duda, el significativo avance en la lucha contra la pobreza. La pobreza en general ha disminuido de más de 60% en 2003 a 45% en 2013, y la pobreza extrema de 40% en 2003 a 21% en 2013. El avance más significativo en sólo ocho años del que tengamos memoria” (Lucha Contra La Pobreza: Logros Y Desafíos. Blog De Carlos Mesa 2013)

Postura que ratifica en noviembre de 2017, cuando indica:

“La pobreza disminuyó de casi el 60% al 39%, una cifra notable, 21 puntos menos, mientras que la pobreza extrema pasó de 36,7% a 16,8%, una reducción de más de la mitad. Se trata de un rango que no tiene precedentes en nuestra historia y que no podemos menos que reconocer”. (Carlos Mesa Pobreza, Logros Y Desafíos Fuente: Diario Página 7. 2017)

Además, Carlos Mesa reconoce el sólido Modelo Económico de Luis Arce Catacora y que gran parte del éxito de Evo Morales se debe al mismo cuando Señala:

 “Uno de los ejes fundamentales de todo el andamiaje de este proceso político ha estado en el ministerio de Economía y Finanzas” “Los pros y contras de lo hecho hasta ahora estuvieron siempre bajo el brillante celofán de unas cifras macroeconómicas que no permiten discusión”. “(…) la grasa acumulada en casi una década permitiría a Bolivia pasar el trance de la caída de precios con tranquilidad” (Carlos Mesa G: Economía, La Prueba De Consistencia. Fuente: Página 7 2015). 

Nadie que no sea admirador de la capacidad de gestión de una persona, escribe así, peor si se compara a Evo Morales con el mismísimo Libertador Simón Bolívar como hace Carlos Mesa en 2010:

 “El Presidente Morales es en ese y otros muchos sentidos un caso excepcional. Lo es porque como nunca antes desde Simón Bolívar a hoy, una figura política cobró una trascendencia mediática de tal magnitud, es además la figura boliviana de mayor proyección internacional que hayamos tenido nunca.” (Carlos Mesa G: Morales, Las Razones De La Entraña. Fuente: Blog Personal De Carlos Mesa 2010)
Estos escritos, entre muchos del 2010 al 2017, demuestran una constante en el pensamiento de Carlos Mesa respecto al MAS y a Luis Arce.

Para concluir:

1. Más allá de cualquier crítica, el Carlos Mesa escritor, docente, historiador y periodista reconoció los logros de Evo Morales y del ahora candidato del MAS IPSP Luis Arce Catacora. En tanto el Carlos Mesa candidato tiene otros juicios que le muestran como una persona ambivalente e indecisa.

2. Los argumentos de Carlos Mesa no son los de un candidato comprometido a vencer a nuestro partido (recordando su último envalentonamiento de caricatura), sino, los de un jefe de campaña o Militante del MAS, es decir: LOS DE UN HOMBRE QUE VOTARÍA EN URNAS POR LUIS ARCE CATACORA. Tampoco es para menos, muchos periódicos mencionan a LUIS ARCE como: “El Padre Del Milagro Económico en Bolivia”, “El Cerebro Detrás Del Éxito De Morales En Bolivia” The Wall Street lo menciona como “El Artífice Del Resurgimiento Económico En Bolivia”
3. Más allá de cualquier postura política, instituciones como el FMI, la CEPAL, publicaciones de CLACSO, universidades e intelectuales de diferentes países, incluyendo el candidato Carlos Mesa reconocieron el Éxito Del Modelo Económico En Bolivia, haciendo de Luis Arce un Hombre admirado tanto por sus enemigos como por sus amigos. A pocos meses de las elecciones, ese sereno y paciente Exministro de Economía es uno de los candidatos con mayores posibilidades de vencer en las urnas.

*Militante de Columna Sur

miércoles, 17 de junio de 2020

Nuestro Plan País (2020 – 2025) para transformar EE.UU.

Por: Mauricio Bustamante Rivero*



A través del presente escrito, convocamos a toda la militancia progresista nacional e internacional, a una concentración en la histórica plaza “Liberty Park” de Manhattan – Nueva York, por dos motivos fundamentales: (1) La autoproclamación de un Presidente o Presidenta Encargada de EE.UU. y (2) la presentación de nuestro Plan País 2020 - 2025.

Definitivamente, muchos ciudadanos y cuidadanas podrían hacerlo mejor que Trump. Podríamos elegir a cualquier compañero o compañera que desde Mineápolis, Detroit, Oakland, Indianápolis, St. Louis, Chicago, Louisville, Davenport, Baltimore, Atlanta, Phoenix, Charlotte, Las Vegas, Filadelfia, Fort Lauderdale, San Francisco, Los Ángeles, Nashville, Salt Lake City, Nueva York, Washington, D.C., Miami, Portland (Oregón), Pittsburgh, Seattle y Tulsa, le mostraron al mundo que aún hay fuerzas y esperanzas de una transformación profunda en EE.UU. ¡GEORGE FLOYD: LA LUCHA SIGUE! ¡BLACK LIVES MATTER!

Que nadie se preocupe por los formalismos. El mismísimo gobierno de Mr. Trump reconocerá al movimiento. Ellos no dudan en vulnerar su propio “orden democrático” tal como lo conciben. Además, seremos muy indulgentes con Trump y podrá irse a México. Allá seguro sabrán tratarle con el mismo cariño y la misma deferencia que él tuvo con los niños, niñas, madres, padres y toda la población migrante.

¿Qué haremos por transformar EE.UU.? Veamos las principales propuestas de nuestro Plan País 2020 – 2025:

1.   Retiraremos todas nuestras tropas de Irak, Somalia, Libia, Yemen, Pakistán y Siria, para que esos países recuperen la soberanía sobre sus recursos naturales y esto les permita reconstruir sus naciones (toda la infraestructura vial, sanitaria, educativa e industrial destruida) posibilitando el regreso de los más de 10 millones de refugiados, inclusive profesionales y técnicos que migraron y significaron una pérdida enorme para el desarrollo de sus países, que durante la guerra tuvieron un retroceso en todos los indicadores de desarrollo humano. Romperemos relaciones con Israel y ya no respaldaremos el brutal ataque genocida contra el pueblo de Palestina, en el cual mueren centenares de personas diariamente.

2.     Restableceremos las relaciones internacionales bajo la premisa inequívoca de la diplomacia de los pueblos, con igualdad, reciprocidad y respeto a la soberanía de las naciones. En principio, se remitirán notas diplomáticas pidiendo sinceras disculpas y condolencias a Argentina, México, Nicaragua, Uruguay, Panamá, Paraguay, Chile, Puerto Rico, Haití, República Dominicana, Guatemala, Túnez, Japón, China, Angola, Corea, Indonesia, Camboya, Líbano, Libia, Somalia, Sudán, Afganistán, Filipinas, Irak, Yemen, Pakistán y Siria, por las intervenciones militares que causaron la sensible muerte de sus connacionales y afectaron su desarrollo. En la misma línea, se enviarán notas a los países de Europa y América Latina pidiendo disculpas por la intervención y financiación de los golpes de Estado perpetrados militarmente y que dejaron miles de personas muertas, heridas, torturadas, exiliadas y desaparecidas. Por supuesto, suspenderemos el embargo a Cuba y realizaremos una propuesta de resarcimiento de daños, y levantaremos las sanciones irracionales impuestas actualmente contra Venezuela.

3.   Promoveremos un “Acuerdo Internacional por el Derecho a la Existencia de los Pueblos”, que congregue a todos los países para frenar en seco la carrera armamentística, la industria nuclear y la inversión en bombarderos estratégicos, cohetes crucero, portaviones nucleares y submarinos atómicos, para reinvertir esa cantidad monstruosa de dinero en el sistema universal de salud gratuita a prueba de cualquier pandemia, en el abastecimiento de los servicios básicos, en la compra de equipos agrícolas para la diversificación productiva con soberanía y seguridad alimentaria, en la alfabetización mundial y en la cultura de la paz.

4.  Nos convertiremos en un aliado del planeta y retomaremos el Acuerdo de París contra el cambio climático, cumpliendo con la reducción sostenida de gases de efecto invernadero en un 10% hasta el año 2050. Las fuerzas productivas se desarrollarán en base a la satisfacción de las necesidades básicas de la sociedad, promoviendo los equilibrios necesarios para saber qué producir, qué consumir y de qué tipo de energía depender.

5.   Seremos un país soberano y por esa misma razón, respetuoso de los asuntos internos de otros países. Pero, si los emporios económicos internacionales insisten en mantener alianzas con las clases políticas que pregonan la guerra, declararemos el reclutamiento obligatorio, de tal suerte que a la guerra irán jóvenes entre dieciocho y veintiséis años de edad de todas las familias, incluidas aquellas que por sus ingresos forman parte del 5% de las rentas más altas. Si los ricos están de acuerdo con ir a la guerra físicamente, sería una gran sorpresa sin duda, pero no pasará.

6.  Cambiará nuestra concepción de la democracia y con ello también el sistema electoral estadounidense. Con lo primero, se afirma con claridad que no se ejercerá más un modelo de democracia impuesto a bombazos en Oriente Medio, o a través de la injerencia en las elecciones de otros países. Con lo segundo, plantearemos un proceso participativo de discusión para la reforma del sistema electoral nacional, que tiene problemas evidentes porque quienes obtienen mayoría de votos de la población no resultan electos o electas.  

7.    En lo económico, seremos intolerantes con la avaricia y corrupción del 1% de banqueros que se apropia de la riqueza y seremos parte del 99% que plantea una revolución estructural que redistribuya la riqueza nacional de acuerdo a las necesidades de la población, evitando la trampa de las compañías que han ocasionado que treinta millones de personas lleguen a su tope de endeudamiento y se vayan ejecutando más de 3 millones de hipotecas y desalojo de hogares. Para superar la crisis económica desatada por el capitalismo, donde el COVID - 19 es un efecto perverso más, dinamizaremos el mercado interno y la inversión pública en los sectores estratégicos y en los sectores generadores de ingresos y empleo. Diversificaremos la economía, profundizaremos el apoyo a la agricultura orgánica, el turismo, la vivienda, el transporte y las artesanías. Asimismo, promoveremos transferencias condicionadas, incrementos salariales dignos y desarrollaremos formas de producción basadas en relaciones sociales que sustituyan el trabajo enajenado y erradiquen la explotación y el usufructo.

8.   Erradicaremos al Estado monocultural, colonial, discriminatorio, represivo y excluyente; y lo sustituiremos por un Estado plural e intercultural que respete los derechos de afrodescendientes, indígenas, blancos, estadounidenses de origen latino e hispano, reconociendo sus derechos y formas de autogobierno, en el marco de la  vigencia plena y respeto absoluto a los derechos humanos elementales como la vida, la integridad física individual y colectiva, la libertad de expresión, etc.   

9.   La salud y la educación serán asumidas como derechos fundamentales de las personas y no como privilegios del dinero, por lo cual serán gratuitas y de acceso universal, haciendo hincapié en la prevención en cuanto a salud y en la especialización educativa de acuerdo a las necesidades de desarrollo del país. Ampliaremos la capacidad de las bibliotecas físicas y virtuales en todas las escuelas y universidades, impulsando eventos académicos, lúdicos, culturales y deportivos abiertos a la población, que permitan a las personas leer, debatir y vivir preguntando y respondiendo sobre los problemas fundamentales de la sociedad. Somos el país más desarrollado del mundo y contamos con la tecnología más avanzada y mucho capital humano. Replicaremos el ejemplo de Cuba y pondremos a disposición de todos los países, brigadas solidarias para salvar vidas y equipos que impulsen la tecnología, la educación, el arte y la cultura.

10. Promoveremos un Estado despatriarcalizado que respete los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBT, que incida mundialmente en la erradicación de la violencia en razón de género, los feminicidios, los crímenes de odio, las violaciones sexuales y la trata y tráfico de personas. Asimismo, aprovecharemos lo que queda del bono demográfico para que la juventud no vaya a la guerra sino que acceda a un trabajo digno en los procesos de diversificación productiva, industrialización, reingeniería de los servicios de protección social, excavaciones de pozos para el abastecimiento de agua potable, planes de prevención y mitigación del cambio climático, aumento de la esperanza de vida, etc.

Después de muchos años de statu quo, es importante escribir otras líneas en nuestra historia. Vengan a la plaza y dejemos en cada palabra de estas propuestas, el testimonio de nuestra presencia y compromiso con la transformación. Tenemos la esperanza y, sobre todo, el deseo de acertar esta vez.

*Militante de Columna Sur

martes, 9 de junio de 2020

La Cultura no es despilfarro

POR: VERÓNICA CÓRDOVA*

Primero levantaron la cuarentena, con excepciones muy significativas. Mantuvieron la suspensión de actividades culturales, deportivas y políticas, al tiempo que autorizaron actos y ceremonias religiosas. La naturaleza discriminatoria de esta excepción no se le escapó ni siquiera a las autoridades eclesiásticas. ¿Será que los virus diferencian entre quienes se reúnen para rezar y quienes lo hacen para escuchar música? ¿Será que las necesidades espirituales, urgentes después del largo encierro, solo se reducen a ir a misa? ¿No es también alimento para el espíritu el teatro, el cine, la tertulia e incluso la reflexión política?

No contentos con discriminar a los artistas, su siguiente decisión es eliminar completamente el Ministerio de Culturas, fusionarlo con Educación, con Deportes, con cualquier cosa, borrando de un plumazo una conquista de décadas. Para ellos el arte es puro despilfarro, la identidad de nuestro país es tan útil como la bocina de un avión, el alma de Bolivia es un invento del Movimiento Al Socialismo y las instituciones creadas por los artistas para proteger su trabajo y estimular la creación son nada más que un gasto insulso.

¿Qué podemos decir ante esta nueva arbitrariedad, ante este despliegue de ignorancia, ante esta nueva manera de censurar y acallar las voces que podrían ser críticas? Eliminar el Ministerio de Culturas es una acción tan fascista como quemar libros en la plaza. Y lo hacen con el pretexto de ahorrar recursos. ¿Esos mismos recursos que derrocharon pagando sobreprecios en respiradores y en bombas lacrimógenas? ¿Esos mismos recursos que malgastaron en viajes en avión para festejar cumpleaños?

Dicen, para colmo, que eliminando el Ministerio de Culturas van a apuntalar la economía de las familias. ¿De qué familias? ¿De las suyas, como han hecho hasta ahora?

El arte es, debe ser, un artículo de primera necesidad, tanto en su consumo como en su producción. Durante la cuarentena, muchos encontramos consuelo y compañía en la música, los libros, las películas. Muchos artistas liberaron su trabajo en las redes sociales, hicieron actividades gratuitas, lanzaron convocatorias, aliviaron la pesada carga del aislamiento y el miedo. Y el Gobierno nos retribuye con discriminación, maltratos y finalmente borrando de un plumazo una institución que nadie “se inventó”: Nosotros la luchamos.

Esta semana circuló una solicitud de renuncia de la autoridad de Culturas, que firmamos cientos de artistas. Ahora, frente a este nuevo atropello, corresponde decir con claridad que no es solamente la Ministra de Culturas quien nos ha fallado en esta pandemia.

Es todo el gobierno de facto, que prioriza la represión antes que la salud; que utiliza la vida (y la muerte) de los bolivianos para tomar medidas que no le corresponden, afectando la economía y la biodiversidad del país en el largo plazo; que asumió el poder supuestamente defendiendo la democracia, y ahora se opone a la realización de elecciones. Ya no hay lugar para la duda, y hasta los más entusiastas pititas van a tener que preguntarse (si les queda un poco de honestidad y sangre en la cara): ¿Qué más se podía esperar de un gobierno que se hizo del poder sobre los cadáveres de decenas de compatriotas?

Nosotros, los artistas, no necesitamos de un Ministerio para componer, para filmar, para escribir, para pintar, para hacer danza, teatro, para —frente a todo obstáculo— seguir creando. Pero un país que no protege su cultura es un país sin alma, sin identidad, sin ajayu y, por tanto, sin futuro. Un Estado que no promueve el arte es un Estado muerto. Y un gobierno que considera la cultura un despilfarro, es un gobierno que no merece ningún respeto.

*Verónica Córdova, cineasta boliviana

lunes, 8 de junio de 2020

George Floyd, en un escenario mundial adverso

Por: Marco Antonio Nina*


La muerte de George Floyd irrumpe en un contexto que aglutina factores políticos y sociales relacionados con el racismo y la discriminación. El COVID - 19 también nos genera un espacio de análisis ya que contrasta la realidad de quienes sufren de algún tipo de diferenciación. Por lo tanto, este texto busca proporcionar un marco de lectura y análisis que permita comprender por qué las manifestaciones de #Antifa y #BlackLivesMatter son sistemáticas en el mundo.

La llegada al poder de Trump y Bolsonaro, como también el surgimiento de Vox en la esfera política, responde a que existen sectores de la población que encuentran afinidad con algunas características del fascismo, en principio: xenofobia, racismo y alguna forma de discriminación. No es coincidente que en esta configuración del escenario político mundial, estos gobiernos y partidos políticos encuentren apoyo en las clases medias (sobre todo clase media alta) y sectores de las élites sociales. Una vez estando en los balcones de la “democracia”, estos agentes políticos utilizan su discurso fascista para polarizar aún más con la población vulnerable (presos del consumismo y de las bondades tecnológicas que te alejan de la investigación) y radicaliza a los sectores afines. Algunos ejemplos: Bolsonaro “Estoy a favor de la tortura. Y el pueblo está a favor también”, “Hay que dar seis horas para que los delincuentes se entreguen, si no, se ametralla el barrio pobre desde el aire”; Trump “Pido el bloqueo completo y total a la entrada de musulmanes a EEUU”, sobre los nigerianos “Cuando llegan a EEUU, ya nunca más quieren volver a sus chozas”.

Por otra parte, están los gobiernos de Colombia, Ecuador, Argentina, Francia, Chile y Bolivia. Colombia, después de la firma del acuerdo de paz con las FARC, registró para diciembre de 2019, más de 173 y 303 asesinatos de exguerrilleros y defensores de derechos humanos y líderes sociales, respectivamente. Líderes sociales en defensa de sus comunidades, medio ambiente y en contra de actividades ilegales (ejemplo: minería). Ecuador, con las movilizaciones de transportistas e indígenas, estos últimos llegaron a tomar la Asamblea General de Quito, en contra de los paquetes económicos impuestas por el FMI. De la misma forma en Argentina, el neoliberalismo de Macri llevó al país a tener una tasa de pobreza del 40%, con medidas económicas de reajuste y la implementación de paquetes del FMI, que fueron una condición para acceder a créditos que al final se perdieron en la especulación financiera. Provocaron manifestaciones de jubilados y maestros, entre otros sectores. Francia, país con rasgos culturales de rebelión, el movimiento de los “chalecos amarillos” que en principio se fundamentaban en contra del aumento del precio del combustible, terminó desatando otras reivindicaciones sociales. Chile, el detonante de las protestas fue el aumento del precio del pasaje del metro, pero en el transcurso de los días se fueron sumando otras exigencias que respondían a múltiples problemas sociales (el alto costo de la vida,​ bajas pensiones, sistema de salud inaccesibles, y un rechazo generalizado a toda la clase política y al descrédito institucional acumulado durante los últimos años, incluyendo a la propia constitución de ese país). Durante las protestas de 2019 se registraron más 30 fallecidos y cientos de heridos. Bolivia, después de contar con un crecimiento económico sostenido, según organismos internacionales, y con una estabilidad política; el gobierno del MAS llegó después de 14 años, a su natural desgaste; pero dejando un escenario político histórico donde se hicieron realidad las demandas de la memoria histórica colectiva de los pueblos indígenas, campesinos y originarios generados por Julián Apaza (Túpac Katari) en el siglo XVIII, como primer elemento. Y como segundo elemento, tenemos la recuperación de la identidad nacional que se había perdido durante la época neoliberal. Estos dos elementos más el crecimiento de las clases medias, producto del crecimiento económico, van a configurar el escenario social y político de octubre y noviembre de 2019 (Senkata, Sacaba, Ovejuyo, Plan 3000, entre otros). El movimiento citadino denominado “pititas”, interpeló al gobierno del MAS exigiendo “democracia”. En respuesta, los movimientos populares salieron a defender las reivindicaciones alcanzadas en el marco de un sistema democrático vigente en Bolivia. Lo que no pudieron prever los bloques sociales en pugna, es que las fuerzas de seguridad del Estado asumirían un rol decisivo para perpetrar un golpe de Estado, y cuya resistencia popular dejó un lamentable saldo de 35 personas fallecidas, más de un centenar de heridos y más de 1000 personas detenidas.

En EEUU, el problema fascista y racial no es coyuntural, es histórico y de índole estructural. Nos basaremos en hechos sustanciales que generaron la indignación del mundo, buscando contrapuntear la falta de empatía y el silencio de las mayorías. En 1955, en el estado norteamericano regían “las leyes Jim Crow”, diseñadas para que los afroamericanos se sintieran inferiores y así mantenerlos marginados de la sociedad. En este contexto surgió el caso de Rosa Parks, la mujer negra que no cedió su asiento a un blanco en el autobús y que luego fue arrestada; pero desató un movimiento social contra el racismo sin precedentes. Otro caso, en 1962 James H. Meredith fue el primer estudiante universitario afroamericano en ingresar a una universidad (University of Mississippi); pero alcanzar ese hito no fue sencillo producto de la resistencia racista del gobernador y de los estudiantes.  Lo mismo ocurrió en 1963 en Alabama, el gobernador George Wallace en un intento simbólico de respetar su promesa −al asumir su cargo− de "segregación ahora, segregación mañana y segregación por siempre" y detener los procesos de desegregación en las escuelas, se paró en la puerta del auditorio para intentar bloquear la entrada de dos estudiantes negros, Vivian Malone Jones y James Hood. Uno de los casos más violentos es el del taxista Rodney King en 1991, que fue brutalmente golpeado sin ninguna culpa por policías que al final salieron absueltos. Rodney King fue encontrado muerto, en el 2012 en circunstancias sospechosas.  Estos hechos entre otros (Tamir Rice, Ahnayd Arbery, Atatiana Jefferson, Walter Scott, Tayvon Martin, Breonna Taylor) contrastan lo que ocurre en el día a día en EEUU, muchos de ellos lejos del conocimiento público.

Los hechos raciales en el mundo sufren algún tipo de discriminación e impunidad por parte de las instituciones de justicia, logrando reproducir aún más hechos violentos e injustificados. Ahora, en contravía al sentido de humanidad de las comunidades, la pandemia está siendo aprovechada por los súper ricos para ahondar la ultra-concentración de la riqueza. En esa labor están numerosos gobiernos en Latinoamérica y en el mundo, gobiernos extremistas y ultraconservadores como los de Colombia, Chile, Brasil, Bolivia, Ecuador, El Salvador. Las sociedades del mundo en algunos casos están aprendiendo a ser solidarias; pero en otros casos, la falta de empatía está signada en señalamientos y perjuicios en contra de las personas que viven en función de sus ingresos diarios y que, con desesperación, salen a buscar el pan de cada día; por otra parte, los sistemas de salud resultan inaccesibles para la mayorías y en algunos casos los hospitales priorizan la atención de personas blancas, con preferencia que no sean adultos mayores, y dejan para el último a los infectados negros y a los ancianos, para no gastar esfuerzos en algo perdido (como en EEUU, Brasil e Italia).

Éste es el contexto que configura los escenarios políticos y sociales del mundo donde un sistema desgastado profundiza desigualdades e injusticias. Lo que estamos viendo desde ya es solo el preámbulo de lo que muy probablemente será la “nueva normalidad”. Arbitrariedad estatal e institucional, abuso policial y militar por doquier, en el seno de algunas sociedades distantes de valores humanos que parecen aceptar la violencia y una suerte de distinción de muertos de primera y de segunda. Desde ya se ha implantado en muchos lugares un “Estado de hecho” en suplantación de uno de “Derecho”, lo cual nos recuerda en un punto que capitalismo y democracia son antagónicos. En medio del caos general desatado por la actual pandemia, el propio Secretario General de la ONU ha denunciado esta alarmante situación, sin tener mucha repercusión. Y claro, era de esperar esta respuesta del sistema ya que el capitalismo transpira violencia, desde su nacimiento, desarrollo y expansión. Y nada parece indicar que sus belicosas élites vayan a ceder su rol protagónico a través de un tranquilo suspiro.

Por lo tanto, la muerte de George Floyd resulta ser otro hecho lancinante, en una actualidad, que exacerba la indignidad del mundo. En este punto convergen problemas que a lo largo de la historia del capitalismo se volvieron insostenibles en el tiempo. Hoy vemos y escuchamos a los negros que sufren el peso de la injusticia deshumanizante y la herida abierta del racismo que se ha estado pudriendo durante siglos y en donde debemos evitar pasos en falso, como ser: “guardar silencio” ante las injusticias, si eres neutral en las situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor;  evitar “estar a la defensiva”, no reconocer un hecho indignante buscando evidencia que legitime la violencia provocando que los miembros de grupos objetivo se sientan aún más alienados. Entendamos que los comentarios sobre las desigualdades sistémicas no son ataques personales; y por último, evitar la “sobregeneralizacion” de hechos aislados que desvirtúen una realidad existente (Racismo).

Por ende, el enfrentamiento ineludible tiene un nombre: revolución. En este tiempo la revolución tiene un prólogo cultural porque será necesario derribar espesos muros de ignorancia y prejuicios que son la primera línea defensiva del capitalismo. Habrá que derrotar la coerción ideológica mediática y cultural del capitalismo.

Recordemos que revolución es “sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas” Fidel Castro, discurso en la Plaza de la Revolución, La Habana, 1 de mayo del 2000.

*Militante de Columna Sur