martes, 14 de noviembre de 2023

El germen del fascismo, Milei y Massa en el último debate

 Por: Mauricio Bustamante Rivero*

EL FASCISMO Y LAS MEDIDAS DE AJUSTE ESTRUCTURAL

Un viernes 9 de julio de 1976, en un artículo denominado ¿Qué fascismo?, el pensador boliviano Marcelo Quiroga Santa Cruz, escribió: “Toda sociedad capitalista desarrollada contiene alguna forma de fascismo embrionario. Que este germen monstruoso eclosione o permanezca como una latencia amenazante, depende de un clima económico en crisis y de sus resultantes sociales y políticas que lo incuban y estimulan hasta su plenitud devastadora”. Este fragmento puede hacer retumbar las cabezas analíticas más acuciantes de nuestro medio. 

El mundo vive desde hace más de 500 años bajo el predominio de un sistema capitalista que, en función a la mano invisible del mercado, genera profundas desigualdades sociales y crisis episódicas que muchas veces lo han llevado al borde del colapso; surge allí la mano salvadora del Estado al que menosprecian desde siempre, para “prestar” dinero a los bancos y a las élites ante su inminente quiebra. No ocurre lo mismo con las clases medias y populares, a quienes se les carga toda la crisis, a través de las recetas de la reducción del gasto público, reducción del gasto social, flexibilización laboral, despidos masivos, despojo de las viviendas sociales, afectación a la seguridad social, etc. 

Estas medidas propias del ajuste estructural, encuentran progresivamente, una resistencia popular en procura de restablecer sus derechos, lo que ocasiona que la clase conservadora, opte por estrategias más verticales y autoritarias. Las medidas de shock se inscriben precisamente en este escenario; buscan generar climas sociales de miedo para que la población asuma como necesarios los matices autoritarios. Por eso no es desmedido pensar como bien señalaba Chomsky, que incluso la pandemia de la COVID – 19, fuera un fenómeno previsible y evitable si se asumían medidas más pertinentes y más oportunas. ¿Por qué no se asumieron disposiciones de recaudo? ¿No se tratará más bien de algo premeditado? La pandemia generó un escenario de enclaustramiento, de control militar respecto del encierro de las personas. Lo llamativo es que, en las crisis políticas subsecuentes, las respuestas también han sido más agresivas muy a pesar de los regímenes democráticos: masacres, encarcelamientos, cierre de medios de comunicación, vulneración sistemática de los derechos humanos, etc. 

EL GERMEN INCUBA EN ARGENTINA

Como corolario de esa latencia amenazante, aparecen líderes como Milei, cuya retórica se torna cada vez más agresiva y radical. ¿Cómo se produce esta eclosión en Argentina? ¿Se incuba en el clima actual de crisis económica? ¿Quién ocasiona la crisis? La economía argentina tuvo dos ciclos kirchneristas exitosos en la economía. El tercero hereda un problema que data de la crisis fiscal del año 2008, cuando el congreso rechaza el incremento de las alícuotas de los impuestos a las exportaciones de soya, que beneficiaban principalmente a las empresas translatinas monopolizadoras de los transgénicos. Cristina Fernández redujo los impactos de la crisis global, pero se ganó una fuerte oposición reaccionaria a su política agraria y posteriormente cambiaria, donde se dieron presiones por parte de empresas privadas para comprar dólares en mercados paralelos, afectando gravemente una economía en la que el dólar es parte de la política económica en varios ámbitos. La crisis generada por los sectores reaccionarios que promovieron el ascenso del mercado paralelo, coincidió con la asunción de Macri como presidente, quien como candidato negó tener un programa de derecha, ganando las elecciones por el flanco izquierdo, es decir; mimetizando su discurso con tintes populares. Sin embargo, ni bien asumió la presidencia, el lobo se sacó el disfraz y decidió profundizar la crisis a través de un conjunto de medidas liberales. Retornó el Fondo Monetario Internacional (FMI) y sus créditos bajo sus condiciones; se puso nuevamente en boga el ajuste estructural, el desempleo, el aumento de impuestos para los pobres y la reducción de los mismos para los ricos, la reapertura al comercio libre y la consiguiente dependencia del aparato productivo argentino, ocasionando el daño al mercado interno, la inflación y la pérdida del poder adquisitivo. 

En ese contexto asumió la presidencia Alberto Fernández, cuyo gobierno estuvo marcado por una crisis interna (el peligro de las condensaciones) para hacer frente a un país endeudado y condicionado. Fernández logró estabilizar los indicadores macroeconómicos, pero estos no se tradujeron en el aumento de ingresos a las y los trabajadores, en un escenario inflacionario incesante. De esta manera campeó la crisis hábilmente ocasionada por la derecha argentina, para que se sienta cada vez y con más fuerza en el bolsillo de la gente. Por eso recuperamos otro fragmento relevante de Marcelo Quiroga: “El término de este proceso encuentra a las clases medias intensamente comprometidas con un proyecto de fortalecimiento del Estado burgués, de cuya acción rectificadora se espera la represión del movimiento obrero, su reimplantación en un sistema de aguda explotación que dinamizará la acumulación de la que esas capas intermedias, cuya importancia cuantitativa es proporcional al desarrollo capitalista, esperan derivar un provecho subsidiario”.

EL FENÓMENO MILEI 

Surge así Javier Milei, el autodenominado libertario portador de una voz radical ante el desconcierto de la gente. El que habla de que recuperará Argentina para los argentinos de bien (léase clase conservadora). Retoma entonces los postulados arriba descritos, la perorata de que el Estado no debe regular nada, el comercio libre bajo la consabida ley de la oferta y la demanda, la reducción del gasto público, la privatización de las empresas y de los servicios sociales, la dolarización de la economía en un contexto absolutamente desfavorable para la mayoría de argentinos y argentinas, el cierre del Ministerio de la Mujer y el retroceso en materia de derechos humanos, derechos sexuales y derechos reproductivos. Elabora su epopeya y se erige como el mesías salvador de una crisis de la cual han sido mucho más responsables sus nuevos aliados. En realidad, el que plantea el miedo como estrategia es él, el que pretende aprovechar el shock, es él, por eso no encuentra otra fórmula mágica que no sea aquella definida por Klein como el capitalismo del desastre: tenemos que pasar de desastre en desastre para recuperar la normalidad nos dice: la pandemia, la guerra y ahora el liberalismo secante siguiendo las recetas de Chicago impuestas por la fuerza desde el Cono Sur, el Plan Cóndor y el golpe de Estado a Salvador Allende. ¿Qué han ocasionado esas medidas aparte de miseria, desigualdad, pérdida de soberanía, libertades y derechos en América Latina? ¿Por qué ahora tendría que ser distinto? La memoria colectiva e histórica demuestran fehacientemente que es la vía equivocada. 

Además, hay que ser honestos respecto al discurso libertario que ahora está de moda con sus características fascistoides incluidas. En su narrativa defenestran al Estado en los temas que les conviene, pero acuden al mismo también cuando les conviene. ¿No ha sido acaso el Estado el mayor socio de la industria armamentística que han impulsado en los países llamados desarrollados? ¿Acaso no corrieron despavoridos los liberales ante el Estado para tratar de paliar la crisis sanitaria generada por la COVID – 19? ¿Es que acaso el Estado no es la herramienta que buscan para salvar a la banca privada, aunque eso implique la eliminación del Banco Central? 

EL DESPLOME DEL “MESÍAS”

Estas son las reflexiones que surgen después de ver el último debate entre Milei y Massa. Vimos a un Mieli salido de sus cabales porque está cada vez más lejos de imponer su criterio como incuestionable. Vimos a un libertario alejado de la realidad argentina, pero cumpliendo el rol que le han asignado en este momento, dar cabida al discurso radical del liberalismo. Brasil en su momento optó por ese camino y no tardaron en elegir nuevamente a Lula Da Silva, pues Bolsonaro cargó la crisis de la pandemia en las clases más desfavorecidas, sumadas las clases medias que creyeron su intervención necesaria. ¿Quiénes perdieron sus empleos y sus emprendimientos? ¿Quiénes murieron en uno de los países con una las tasas más altas de mortalidad por la COVID – 19? 

La encrucijada en Argentina se debate entre el pasado de Videla y del corralito, o la propuesta de ir salvando los problemas sin trastocar el patrimonio que han logrado por muchos años, la reducción de las desigualdades, el avance sustancial en derechos humanos, su rol determinante en la política económica del exterior, las políticas sociales de vanguardia, sus avances innegables en la formación de recursos humanos calificados en todas las áreas. Milei parte del prejuicio de que nada ha servido, desecha que Argentina sea un gran referente en educación, ciencia, tecnología y salud para el resto de la Región. Lo que le interesa es privatizar estos servicios elementales. Sigue viendo a Argentina con los ojos de su tercermundismo, con la nostalgia de que Argentina puede ser la Europa del siglo pasado o el pariente pobre y aliado de EE.UU. para conformarse con las migajas. Ignora a su vez las graves crisis que enfrentaron y siguen padeciendo tanto Europa como EE.UU. ¿Acaso en estos países igual no perecieron en la pandemia los más débiles (el hombre lobo del hombre)?. ¿Y, acaso estos contextos no sirvieron para conducir a estos países nuevamente hacia el fascismo? Por eso ahora las propuestas tienen un tono más agresivo, es la vieja receta de que, si algo no funciona bien por las buenas, habrá que hacerlo por las malas, tal es la premisa básica con la que operan la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Departamento de Estado edificado a imagen y semejanza de Kissinger. 

No obstante, en lo que nos ocupa el día de hoy, es importante destacar que fue una jugada magistral que Massa pregunte todo el tiempo a Milei sobre sus propuestas, no simplemente porque sabía que así podía desestabilizarlo, sino también porque esas propuestas son un desastre. Entonces Massa fue hábil para procurar conectar con la gente de a pie que es finalmente la que puede perder mucho en estas elecciones. Dicen por ahí que hay coyunturas en las que la gente vota mal, generalmente es cuando está bien. Pero hay coyunturas en las que la gente vota bien, esto se da generalmente cuando las cosas no andan bien. Por eso hay un mínimo no negociable que expresamos como mensaje desde Bolivia y otras latitudes: no dar cabida al fascismo, al autoritarismo y a las viejas recetas que prometían la modernidad y dejaron más bien atraso y pobreza. 

Después del debate, quedó en evidencia aquella sospecha que se fue abriendo paso con el discurrir de la campaña, el libertario no es más que un personaje inestable, bravucón y carente de propuestas solventes. Tal vez por eso existen denuncias de plagio respecto de su última publicación, lo que provocó que Massa le dijera que por eso no podía utilizar sus referencias. Lo cierto es que Milei perdió el debate, ahora falta que pierda las elecciones. Eso depende de muchos otros factores, pero si el equipo de campaña de Massa utiliza hábilmente este resultado, su objetivo de ganar puede finalmente consolidarse. De allí en más, nos toca debatir sobre las cuestiones de fondo planteadas en los primeros párrafos de este escrito, para entender el fenómeno Milei en un contexto más global ante la crisis del capitalismo y su ofensiva en marcha.  

*Sociólogo boliviano y militante de Columna Sur 

miércoles, 8 de marzo de 2023

EL IMAGINARIO DE LA JUSTICIA SOCIAL

 Por: Mauricio Bustamante Rivero

La cultura podría condensarse en tres elementos (sin restringir el debate sobre otros más). Por un lado, la identidad que tenemos, las raíces y los sentidos estéticos y políticos sobre nuestra vida personal y colectiva. Lo segundo, se basa en el conjunto de habitus que nos han socializado, los estereotipos que reproducimos, las maneras en las que interactuamos con las demás personas. Y lo tercero, es nuestro imaginario social, la conciencia colectiva o cosmovisiones que ingresan en pugna en la sociedad. Un componente transversal a los tres elementos citados, nos muestra que en todos los campos hay relaciones de poder, grupos sociales antagónicos. Por tanto, la cultura no es sólo un campo de trabajo sino un espacio de lucha y de profunda intervención y compromiso social. 

Partiendo de allí, en Bolivia no solamente hablamos de cultura, sino de culturas, de múltiples identidades y también sobre la necesidad de construir la interculturalidad; pero la interculturalidad es algo que tiene que ver con las relaciones de poder. No es lo mismo ser una mujer u hombre indígena a no serlo, de ahí que por muchos años en América Latina y se ve hoy todavía, el trabajo suele estar racializado, por eso la economía y la cultura nunca pueden pensarse por separado, desde el trabajo doméstico, los trabajos manuales e incluso en las actividades económicas donde algunos sectores indígenas logran grandes ingresos, lo hacen en en los espacios subalternos del capitalismo. En el caso de las mujeres, como lo recordaba Domitila Barrios Chungara, en Bolivia puede haber un feminismo burgués con una mirada liberal, como también un feminismo comunitario o un feminismo marxista, que más bien parten de evidenciar que hay un componente de clase y otro de etnia que no se deben perder de vista en las luchas contra las desigualdades y los sistemas opresores que las reproducen. 

La cuestión es que los habitus heredados han hecho que reproduzcamos un conjunto de prejuicios. Fuimos educados para negar nuestras raíces, para menospreciar nuestra diversidad, para medir con diferentes varas a la gente, provocando la exclusión social de los sectores indígenas, de los sectores populares, de las mujeres, de las juventudes, e incluso de las niñas y niños (baste recordar la cancelación del año escolar el año 2020). Fuimos educados de forma sexista/machista y tendemos a reproducir lógicas donde se discrimina y oprime a las mujeres, son un conjunto de ideas que no han contribuido a promover una buena sociedad, como lo corroboramos a diario por la violencia, la trata y tráfico, las violaciones y los feminicidios con sus terribles consecuencias. 

Probablemente, el problema radique justamente en los imaginarios en pugna. Si tenemos una cosmovisión donde prima la idea del progreso social basada en el individualismo y la acumulación de capital, entonces no nos va a preocupar la situación de los sectores excluidos, pensaremos que la mano invisible del mercado equilibrará en algún momento las cosas (ya van siglos sin que ocurra) y nos abriremos camino a machetazos, a costa de las y los demás. Ante esa visión del mundo y las consecuencias que trae, surgieron históricamente las y los aguafiestas sociales, quienes muestran la gravedad de la situación y se convierten en cómplices de las utopías, plantean otro mundo posible, visión que se ha materializado en movimientos políticos contestatarios al sistema capitalista y ahora al sistema patriarcal, aunque todavía con muchas limitaciones. Sin embargo, este otro imaginario se basa en la justicia social, es decir, en la reivindicación de los derechos de los sectores históricamente excluidos, en la denuncia de la inequidad económica respecto de los flujos del capital en el mundo contemporáneo, la llamada redistribución económica donde todas y todos pueden vivir bien y con dignidad. Pero como cualquier acontecimiento sólo puede ser entendido de manera relacional, debemos trabajar en nuestros imaginarios, en los estereotipos y en nuestras conductas. Esa es la contradicción inherente a la cultura, nacemos para ser producidos y producidas en un contexto, pero también podemos en un determinado momento, optar por producirnos a nosotros mismos. Como diría Víctor Vich, somos producidos como sujetos por algo que nos antecede, pero también somos capaces de producir y reinventar nuevas formas de vida. En consecuencia, el trabajo en cultura es para cuestionar los imaginarios que no están aportando al mundo, que incluso lo han puesto en riesgo mortal (cambio climático) y que ahora se cobran la vida de muchas mujeres víctimas de feminicidios u obligan a mucha gente a enfrentar procesos altamente complejos de precarización laboral. 

Son estos elementos los que hay que trabajar, son tensiones que tenemos que tener en nuestra vida diaria sobre nuestra propia conducta, son reflexiones profundas sobre nuestra misma esencia, ¿cuál es nuestro imaginario social y qué nos define como personas? ¿cuáles son las relaciones de poder en la sociedad? ¿cómo cambiamos desde casa, desde las instituciones y desde las calles? Las políticas culturales deben darse en todos los espacios públicos donde somos constituidos, debe producirse una autoconvocatoria amplia para seguir construyendo el cambio hacia un nuevo orden social, hacia una sociedad con mejores vínculos, más humanos y más justos. La tarea es difícil, pues implica superar las negligencias personales, las disputas corporativas que hoy son el pan de cada día y recuperar la claridad que es fundamental para avanzar. 

viernes, 15 de octubre de 2021

Educación o recursos naturales

 Por: René Barrón Watteroth.

Quizá existan muchos lectores en Bolivia, que consideren a priori que lo que se intenta abordar en este texto es irrelevante para comprender la realidad latinoamericana. Pero aquí se intentará demostrar cómo se constituye la actual distribución de riquezas en el planeta y como desde cada zona se imponen ideas generalizadas para describir y justificar esa distribución; por tanto a pesar de que el sustantivo Bolivia o Sudamérica no forme parte explicita en todo el texto, podremos hallar similitudes entre el continente a tratar y el sudamericano, sobre todo en torno al porque estos se caracterizan por estar condenados al atraso.

“En el África no tienen que ver nuestros recursos que se llevaron- lo que en realidad necesitamos es educación, para que las personas puedan crecer y desarrollarse, para ser independientes y transferir su conocimiento a sus hijos. Lo único que en Nigeria recibimos como independencia fue una bandera y un nombre, eso es todo”

La cita exhibida entre varias otras en una veintena de pancartas no se encontraba en una país africano, sino en las riberas de la cuenca con el mayor tráfico de mercancías de toda Europa, mercancías traídas de todos los rincones del mundo, que en calidad de materia prima sirven para el enorme aparato industrial formado durante los últimos dos siglos en ambos bandos del río Rin, desde Suiza hasta el Mar del Norte. Y es preciso apuntar que estas pancartas fueron puestas en una zona caracterizada por acoger a gran cantidad de inmigrantes y semanas previas a las elecciones del Bundestag en Alemania.

Llama poderosamente la atención, no solo que después de las elecciones del Bundestag estas pancartas fueron quitadas, sino también el texto en cuestión, que empieza refiriéndose a la irrelevancia de la explotación de los recursos naturales para el desarrollo de un país, sea expuesto justo a orillas de uno de los ríos con mayor tráfico de mercancías del continente europeo. En esa línea, el texto hace referencia explícita a los “recursos que se llevaron” es decir el autor reconoce que los países africanos fueron enajenados de sus recursos naturales y en seguida afirma que ello no fue o es influyente para la situación económica de la sociedad africana actual, sino que la culpa sería de los propios africanos y nigerianos que no le dan importancia a la educación.

Parece una cita de ciencia ficción escrita por alguno de los grandes “intelectuales” liberales de nuestra época, una cita que se diferencia del de los fascistas más recalcitrantes por simplemente no considerar a los africanos unos animales o seres inferiores por nacimiento, sino por afirmar que los africanos son “pobres porque así lo quieren”; es decir son bestias y de pocas luces, no por su condición natural innata sino por deseo propio. Pues afirmar que se pueda realizar un modelo educativo cualquiera sin depender de los recursos naturales es una falacia subjetiva y poco realista, ya que las probabilidades de cualquiera o una de las más de 250 etnias que suman los 200 millones de nigerianos desarrolle conocimiento[1] es más que probable. Siempre habrá miembros que dedicarán parte de su vida a la búsqueda de explicaciones de los fenómenos que suceden en su entorno; por tanto que estos miembros dediquen parte o toda su vida a la búsqueda de conocimiento, depende justamente de las condiciones materiales y económicas, es decir del poder acceder a recursos de toda índole para la experimentación y observación, actos que precisan además del tiempo que ese individuo necesitaría para producir su alimento, vestimenta y techo. Pues el nigeriano promedio dedica su tiempo a poder cultivar sus propios alimentos[2], a subsistir los embates de las grandes empresas que extraen a ritmo acelerado su gran cantidad de petróleo[3], a subsistir bajo pésimas condiciones laborales y/o formar parte del enorme ejercito de trabajadores a cuenta propia, dedicándose incluso a actividades atentatorias contra el porvenir de las futuras generaciones, como la deforestación y extracción de carbón vegetal que es destinado a Europa y China[4].

1.- La lógica de circulación de mercancías desde y hacia Nigeria.-

La educación en Nigeria necesita ser financiada y ese financiamiento no sólo se solventa con la extracción y explotación de los recursos naturales a través de la fuerza de trabajo, sino fundamentalmente con la disposición de esos recursos. Por tanto si esos recursos naturales, como el carbón vegetal son “llevados” por terceros, acabarán por financiar y beneficiar a la educación de esos terceros.

Los ríos y cuencas de destino de esos recursos conseguidos a precio de gallina muerta[5], se convierten de esta forma en centros industriales, tal como actualmente se aprecia en las riberas de la cuenca del Rin en Alemania[6], cuenca por donde ahora el carbón vegetal[7] pasó a formar parte de la materia prima importada desde el exterior. La industria para su desarrollo y acceso a personal técnico calificado precisa de la creación de centros de investigación y formación técnica profesional, centros que requieren tener a disposición ese mismo carbón, tanto como para generar energía[8], poder poner en movimiento y funcionamiento los dispositivos que coadyuvan a descubrir las propiedades químicas y físicas de los elementos; como para la producción de productos farmacéuticos[9]. Por otro lado la industrialización que no es posible sin energía, menos aun sin recursos naturales que procesar; trae consigo la creación y fabricación de máquinas que no sólo se usan en los países donde se producen, sino que se destinan también a países como Nigeria, que para producir carbón vegetal recurre por ejemplo al uso de motosierras, siendo las motosierras alemanas las más usadas en el mundo[10].

Por todo ello los países extractores de materia prima como Nigeria deben comprarlas a un precio que pueda cubrir no solo el mísero pago que reciben por entregar esos recursos, sino también los costos de transporte hacia y desde Europa, los costos de investigación y formación de los profesionales y técnicos encargados del diseño, montaje y fabricación, la plusvalía que queda en manos de los dueños de las fábricas, los costos administrativos y burocráticos, las tarifas de energía producida por generadoras europeas, los impuestos y aranceles gravados y demás. Pues se debe tomar en cuenta que estos costos, a excepción del de los de extracción, son muchos más elevados, ya que los trabajadores y personal de estos son propios del país industrializado. Los trabajadores de los buques de transporte, los trabajadores de la industria alemana de motosierras por ejemplo reciben un sueldo proporcional al estándar de vida europeo y no al del de Nigeria.


ello se suma que los buques, barcos y medios de transporte de esas materias primas y mercancías, funcionan con el combustible extraído de la propia Nigeria. La explotación del petróleo en Nigeria esta contralada por la industrias Europeas y Norteamericanas, el Estado nigeriano que solo controla el 40 % de estas industrias se limita no sólo a aceptar los precios y condiciones de estas multinacionales, sino se constituye en la seguridad de estas empresas, siendo este el que envía tropas militares o policiales a contener y reprimir no solo a los que se opongan a las actividades de estas trasnacionales, sino también a los individuos y familias que producen diésel de forma artesanal. Claro… El argumento perfecto para que el Estado nigeriano se convierta en defensor de los intereses de estas transnacionales, es que las formas artesanales de refinación son altamente dañinas para el medio ambiente, pues la refinación del petróleo nigeriano explotado por las transnacionales, se hace en Europa y EEUU; por tanto de idéntica forma al caso descrito en el párrafo anterior, los nigerianos son los que acaban pagando todos los gastos de refinación para el combustible de los enormes buques de transporte, además que por supuesto el combustible que ellos mismos precisan para poner en movimiento sus propios vehículos y maquinaria de combustión interna, les es cobrado con todos esos gastos adicionales.

Por si todo lo descrito fuera poco, los países industrializados extraen los recursos de terceros no solo a través de sus propias industrias extractivas, sino también en asociación con las elites locales que forman parte del gobierno nigeriano o se posicionan como los representantes de las transnacionales en Nigeria. Estas elites formadas y caracterizadas por su sumisión colonial y su proyección de querer formar parte de esos países industrializados, se desligan de sus connacionales para los cuales en el fondo destilan desprecio, por ello no dudan recurrir a al súper explotación de sus propios compatriotas, a cambio de continuar recibiendo las migajas que les dejan sus patronales transnacionales.

2.- La paradoja trabajo-riqueza nigeriana.-

Aparentemente los trabajadores nigerianos, deben dedicar cada vez más tiempo al trabajo para salir de la miseria. Pues si seguimos la lógica de “más trabajo nigeriano  más riqueza nigeriana” [11], para ahorrar algo de recursos e intentar mejorar sus condiciones de vida, los nigerianos deberían trabajar aún más. Pues la proposición de “más trabajo nigeriano  más riqueza nigeriana” se convierte en falsa cuando se adhiere la “no disponibilidad de uso directo de esos recursos naturales por parte de los nigerianos” a la parte referida al trabajo. Esta no disponibilidad que fue expuesta he identificada en los párrafos anteriores como elemento fundamental para el crecimiento de la riqueza, pone en evidencia que, con más trabajo se extraerá más recursos, pero al aumentar la intensidad y/o tiempo de trabajo, hay más desgaste de herramientas y maquinarias, por tanto los nigerianos que no pueden disponer de esos recursos para la fabricación de sus propios medios de producción, tendrán que comprar más herramientas y maquinaria importada, repitiéndose de esta forma el ciclo descrito.

Es decir que a “(más trabajo nigeriano  no disponibilidad de uso directo de esos recursos naturales por parte de los nigerianos)  más miseria nigeriana” [12]; por tanto el ciclo de explotación y saqueo se intensifica, agrandando las diferencias económicas entre nigerianos y europeos. En cuanto al carbón por ejemplo, los alemanes tendrán más a disposición y a menor precio, en cambio los nigerianos gastaran más en motosierras y combustible y estos gastos tenderán a ser inversamente proporcionales a los ingresos generados, sumiéndose los nigerianos por tanto en una peor situación económica, con mucho más trabajo y menos tiempo para poder dedicarse al cultivo del conocimiento y la educación.

3.- La Educación como pretexto para la diferencia entre “ricos y pobres”.-

Hasta aquí está claro que los recursos naturales y disponer de ellos es fundamental para el desarrollo de una sociedad, no solo en el ámbito económico, sino social, cultural y fundamentalmente educativo. En contra partida la doctrina capitalista pretende reafirmarse con citas como la expuesta al inicio de este texto, ya que coincidentemente aparecen en épocas electorales y en los que los liberales, conservadores y defensores de la reificación del mercado quieren mantener su base electoral al unísono, con la idea de la providencia europea y alemana al constante desarrollo. Pues lo hacen en zonas caracterizadas por recibir a todos aquellos que aún tienen su familia y amigos en países atrasados, sumidos en la miseria y destinados a ser los cimientos de esa providencia europea, lo hacen en zonas y en un contexto en el que la conciencia de muchos países y habitantes del planeta se cuestionan la doctrina capitalista y que cabe la posibilidad que vean como alternativa no solo la lucha por la soberanía de sus países, sino también elegir una opción diferente a la del capitalismo y la economía social de mercado[13].

Por ello mientras la economía social de mercado sea aun hegemónica entre los alemanes y muchos de los países europeos, el pretexto de que para el desarrollo de un país los recursos no tienen nada que ver, pero si la educación; es una de las preferidas. Más parece que tratasen de engañar[14] y esquivar a su conciencia para contener una verdadera empatía[15] por el resto de la humanidad. Lo paradójico es que este pretexto es también uno de los favoritos para las élites y ricachones de los países extractores de recursos naturales.

 

Finalmente…

¿Qué tiene que ver Bolivia con esa lógica de explotación saqueo y desprecio?

¡Todo! Solo basta con mirar y deducir como nuestra miseria, solvento y financio la riqueza y prosperidad de Liverpool-  Inglaterra, a través de la oligarquía de los Patiño y compañía.

 

 

 

 

Referencias:

1.       https://www.dw.com/es/alemania-devolver%C3%A1-a-nigeria-sus-bronces-de-ben%C3%ADn-a-partir-del-a%C3%B1o-que-viene/a-57387258

2.       https://www.ifad.org/es/web/operations/w/country/nigeria

3.       https://www.dw.com/es/el-carb%C3%B3n-asesino-del-clima/av-50155337

4.       https://elordenmundial.com/nigeria-y-el-oro-negro/

5.       https://oec.world/es/profile/bilateral-country/deu/partner/nga

6.       https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-56859294

7.       https://geologiaweb.com/rocas-sedimentarias/usos-carbon/

8.       https://de.wikipedia.org/wiki/Bayer_AG#Gr%C3%BCndungsphase_und_Wachstum

9.       https://cpl-iberia.com/chemicals-pharmaceuticals-industrial/

10.   https://econojournal.com.ar/2020/11/las-grandes-petroleras-en-nigeria-reclaman-que-se-refuerce-la-seguridad-ante-el-aumento-de-las-protestas/

11.   https://www.france24.com/es/20180925-el-sector-del-petroleo-en-nigeria-minado-por-la-corrupcion

12.   https://www.dw.com/es/alemania-se-acerca-el-fin-de-la-industria-del-carb%C3%B3n/a-18928434

 

 

 

 

 

 

 



[1] Es importante precisar que para el presente texto el “conocimiento” como referencia, es el científico. Pues muchos pueblos indígenas quizá no desarrollaron y descubrieron el valor de uso de la electricidad por ejemplo, mas ello no debería opacar que muchos de estos pueblos conocen desde hace siglos, que una sociedad avanzada en tecnología pero con abismales diferencias sociales tiende a destruir no solo la naturaleza, sino el futuro de toda la especie humana.

[2] El 53% de los nigerianos habita en zonas rurales, donde la tasa de pobreza alcanza el 44,9 %. El 70 % de esos habitantes rurales son agricultores de subsistencia, últimos a que producen el 90 % de los alimentos consumidos en Nigeria.

[3] Con 37.000 millones de barriles de petróleo, Nigeria ocupa el puesto número 11 en reservas petroleras, justo después de los EEUU.

[4] Sólo entre 1990 y 2005 Nigeria perdió el 36 % de sus bosques debido a la deforestación causada por la explotación del carbón vegetal.

[5] Precios que sólo son posible, gracias a la súper explotación de los trabajadores nigerianos.

[6] Tanto por la intensa actividad industrial, como por el flujo de mercancías por sus ríos, La cuenca del Rin es la más densamente poblada de toda Europa.

[7] Debido a que el carbón importado desde países tropicales resulta siendo más barato, que el extraído de sus propias minas en Alemania.

[8] El Gobierno Federal Alemán tiene previsto dejar de depender del carbón para su industria y generación de energía hasta finales del 2038. Actualmente aproximadamente el 24 % de la energía producida en Alemania usa como materia prima carbón.

[9] En Leverkusen, a orillas del Rin se encuentra una el principal centro industrial de la farmacéutica más grande del mundo, Bayer.

[10] Una de las marcas de motosierras más conocidas en el mundo es la alemana STIHL.

[11] Lógica proposicional, la proposición se lee: si más trabajo nigeriano, entonces más riqueza nigeriana.”

[12] Lógica Proposicional, la proposición se lee: “si más trabajo nigeriano y no disponibilidad de uso directo de esos recursos naturales por parte de los nigerianos, entonces más miseria nigeriana.”

[13] Doctrina política ideológica con amplia aceptación en Alemania. Fusiona los conceptos y doctrinas del “libre mercado” con la presencia de un Estado fuerte, benefactor y de políticas sociales.

[14] A través y como resultado del adoctrinamiento y repetición de la doctrina capitalista.

[15] Se refiere a la “verdadera” empatía, porque aunque cabe reconocer que gracias a su actual forma de vida, ya sea de forma consciente e inconsciente los alemanes aparentan son muy empáticos. Un ejemplo de ello es que los alemanes son aguerridos defensores de que nadie debe sufrir de explotación laboral, todos deben tener seguridad social y si hay alguien que no tiene trabajado, el Estado debe garantizarles su sustento mínimo, todo sin importar si el otro es inmigrante o no.

martes, 31 de agosto de 2021

No quiero que la humanidad llegue a Marte

Rene Barron Watteroth


    La existencia de las clases sociales a través de los diferentes periodos de la historia de la humanidad, no puede ser si quiera negada por los que reniegan contra el marxismo como una ciencia. No es un secreto para nadie y hasta puede tornarse repetitivo resaltar que, la miseria de una mayoría es la contraparte necesaria para la opulencia y privilegios de una minoría; pero aparentemente no se ha insistido lo suficiente en torno a ello, ya que la historia “oficial” ha obviado constantemente la importancia y determinismo de la relación de clases sociales.

    Desde la época de la esclavitud hasta el segundo en que se escribe este texto, han existido élites que ya sea aludiendo a la omnipresencia de divinidades o aplicando la mera fuerza bruta, acaparan la riqueza producida por los ejércitos de hombres, mujeres y niños que deben sobrevivir exprimiendo sus propias entrañas. Estas condiciones de explotación condenan a estas mayorías a convertirse en bestias de trabajo, relegando el conocimiento a uso exclusivo de esas pequeñas élites, que con la mayor frescura y guiados por el afán de hallar justificación ante su propia consciencia, proceden a manipular las creencias de esas mayorías y crean todo el entremanado de mitos y religiones, los y las cuales les dan el “divino” derecho de poder gozar de los “dignos” privilegios de monarcas, mientras las clases subalternas si quiera puede imaginar cómo es no vivir en la pestilencia.

Las élites tienden a chocar entre ellas, pues la inmensa ambición por inscribir como patrimonio propio a todo lo imaginablemente posible - es decir desde fuentes de materia prima hasta la fuerza de trabajo disponible - es infinita. Las élites al posicionarse como los “guías” y “representantes” de los intereses del conjunto, convierten esos conflictos inter-élites en conflictos inter-tribales y poco a poco con el desarrollo tecnológico, del conocimiento y más aun con la actual globalización convierten sus pugnas en guerras mundiales. La importancia de lo descrito es deliberadamente obviada por los historiadores e intelectuales al servicio de las élites, pues el rol de las clases sociales - donde en rasgos generales las élites deciden y ordenan, y las clases subalternas obedecen y forman la inmensa lista de muertos, torturados y asesinados - es ignorada, por tanto no se encuentra anotada en las entrelineas de los textos de historia. Por el contrario, la historia oficial posiciona a las élites como las combativas, como las que protegen a sus súbditos, subalternos o plebeyos, mereciendo por ello toda la riqueza que acaparan, mientras que a los sectores subalternos – salvo por algunos de sus miembros que demuestran “heroísmo”, valentía y entrega – se los presenta como a los que carecen de casi toda virtud. Y más aún, la historia oficial oculta que estas élites permiten que los destacados de entre los subalternos son ascendidos de status, para mostrarse condescendientes y reafirmar su “virtud” y de esta forma proyectan como la clase guardiana de la moralidad.

    De forma análoga a la guerra, sucede con el área del conocimiento, es decir en el campo educativo, técnico, intelectual, profesional, etc., donde las élites son siempre las mismas y excepcionalmente se copan de miembros nuevos, últimos que producto de esa idolatrización de las clases dominantes, son incluso más fieles defensores del “derecho divino” de decidir, dominar, explotar y despreciar por y al resto. Es así, que la educación y con la ayuda de los propios desclasados – en otrora, parte de los sectores dominados - procede y profundiza el adoctrinamiento de las mayorías, que con el plus de la alienación terminan aceptando su fatal destino o ven como única salida el “éxito personal”, por ello incluso acaban idolatrando a los multimillonarios y se aferran a ellos como si fuesen los mesías de la superación personal; es decir que por la doctrina recibida, creen conocerlos, creen “saber” que ellos (los ricos) son filantrópicos, trabajadores, virtuosos, intelectuales y son los salvadores de la humanidad. Esa educación no solo la aplican desde las escuelas y universidades, sino también desde el teatro, el cine, la televisión, internet y redes sociales. De estos últimos - a pesar de no ser parte de la reflexión del presente texto - cabe destacar que, están dotados de algoritmos que filtran, direccionan y dan mayor alcance a toda la maquinaria educativa de auto-ayuda, entretenimiento con contenido basura, propaganda para incentivar el consumo compulsivo y la exaltación de la búsqueda del bien privado e individual.

Los últimos años, han emergido cientos de películas y series que representan dramas apocalípticos, en el que la humanidad y el propio planeta son amenazados o destruidos por un asteroide u otro fenómeno interestelar. En casi todas, los humanos se ven forzados a abandonar el planeta, siendo esos “humanos” una ínfima parte de la humanidad, es decir las élites que por “derecho divino” valen más que cualquier otro hombre, mujer o niño. De esta forma se justifica que el destino de millones sea una muerte dolorosa o en el mejor de los casos súbita, mientras las élites y su entorno queden a salvo. Siglos y décadas de propaganda no han concluido, pues en la actualidad los guiones cinematográficos continúan induciendo a las masas a creer fervientemente en que las clases dominantes se merecen la salvación en caso de un real apocalipsis; por ello la indignación frente al enorme derroche de recursos - que contribuyen además a la destrucción de nuestro planeta - es casi nula y si se toma en cuenta que ya no son Estados o países los que llevan adelante estas ostentosas aventuras espaciales, sino especímenes psicopáticos que poseen inimaginable cantidad de riqueza; es un factor desilusionante. Por tanto con todo ello se evidencia que, estas elites al estar imposibilitadas de aludir ignorancia frente al hecho de que su inmensa riqueza es inversamente proporcional a la descomunal miseria a la que se condena a millones de seres humanos; usan su poder mediático para a través de propaganda ser presentados como filantrópicos financiadores de ONGs que trabajan con los desposeídos en todo el globo.

    Con el eventual apocalipsis y con el descrito perfil psicópata, las élites pretenden ahora llegar a Marte. Las actuales élites burguesas son las mismas élites monárquicas, feudales o esclavistas que no tenían el menor escrúpulo en mandar a matar a sus “protegidos”, son la mismas a las que no les importa - mientras su patrimonio no se vea afectado - que sus propios súbditos y subalternos sean desaparecidos, asesinados, mutilados, violados y desterrados; por tanto siendo muy probable que el apocalipsis que se cierne sobre el futuro del planeta, no traiga consigo más que muerte lenta y con las élites en el planeta Marte, cabe preguntar:

¿Qué les atajaría de convertir sus pugnas en una guerra nuclear con el planeta tierra como escenario?

No siendo necesario responder en este texto la pregunta formulada, no queda más que plantear y resaltar que el destino de la humanidad entera depende a ella misma, es decir que la inmensa mayoría enceguecida rompa la niebla del adoctrinamiento capitalista. El futuro de la humanidad puede tener buen augurio si se logra construir una ideología de masas, con la que en este contexto prevalezcan comentarios como:

“No quiero que la humanidad llegue a Marte, por el contrario quiero que la humanidad acabe con la desigualdad social, quiero que ese sistema que destruye las principales fuentes de riqueza para la humanidad -la fuerza de trabajo y los medios de producción- se extinga, producto de la expropiación de la riqueza de esos cuantos, en favor de la humanidad entera. Sí… el socialismo es el camino”.