miércoles, 17 de febrero de 2021

El “apolítico” y el sistema

 Por: René Barron Watteroth*

No es el Covid-19, ni siquiera el político corrupto, ni tus compatriotas o ciertos individuos “vagos y sin educación financiera” que eligen a los mismos de siempre, la génesis y responsable de la actual crisis económica que vivimos; crisis que como siempre se la carga a espaldas de los trabajadores, campesinos, pequeños comerciantes y desocupados.

El político corrupto no estaría ahí si los que creen ser correctos y se jactan de “no ser políticos” le dejasen la vía libre; acto y resultado que paradójicamente no es otra que la concretización de esa posición política de “apolítico”. Y no, no se trata de alimentar tu ego o de idolatrar el ejercicio del poder político en y desde el Estado, o como representante de alguna agrupación política, se trata de tener consecuencia entre lo que piensas que es correcto y que haces para objetivar ese pensamiento, y uno de los caminos para poder generar un cambio en función a tus ideas, es agrupándote con otros y otras que piensan como tú, para formar una estructura y liderarla si es posible y necesario. Lo contrario es sólo dar opiniones vacías y  posicionarse entre los cobardes que frente a la posibilidad de fracasar optan por hacer nada, que frente a la inevitable posibilidad de quedar embarrado, ya sea por guerra sucia o calumnias, prefieren mantenerse la imagen de pulcros, no mostrando otra cosa que vil egocentrismo.

Ese afán de ser “apolítico”, finalmente te condena a la ignorancia frente a las doctrinas ideológicas que guían a los partidos y representantes políticos en sus acciones. Implícitamente te obligan a ignorar y  aborrecer los debates “políticos”, económicos e ideológicos y acaban de hacer prevalecer en tus pensamientos y acciones el instinto de supervivencia y adaptación al sistema actual que te dibuja y muestra el mundo a través de una pantalla. Es decir, acabas adaptando tu ejercicio de poder político al ejercicio de ese poder político que tanto aborreces, ya que terminas por convertir en dogma los valores, éticas y moral de los que ejercen ese poder. Ejerces poder político en calidad de repetidora de las clases políticas a las que tanto aborreces, últimos que además en el sistema en el que vivimos, tienen ilimitadas posibilidades de fortalecer ese ejercicio político, ya que están respaldados o son parte un sector minoritario de la sociedad que posee un enorme arsenal económico.

Es más, inconscientemente todos sabemos que el fin último de todas nuestras acciones se circunscriben a la economía, sabemos que nuestros pensamientos y acciones parten desde el hecho de sentir si tienes o no el estómago lleno, de ver el medio en el que te encuentras y de palpar tus bolsillos. Pero, este aspecto tendemos a negarlo, buscando culpables entre fantasmas o ideas como: “No tengo dinero por que no trabajo más”, “aquel o aquella son pobres porque así lo quisieron, pues no se esforzaron” y otras, que nos lo han ido implantando esos políticos corruptos, a través de sus leyes, el sistema educativo, el aparato propagandístico y mediático que tienen para ejercer su poder político.

Acabo este pequeño texto contándote que todos estos razonamientos, que esperamos generen debate y confrontación de ideas, no son nuevos, se tratan en la filosofía cuando se analiza si primero está la materia o la idea, es decir para este caso, si se piensa en función a tu situación económica o tú situación económica es producto de tus ideas. Estos debates se tratan desde los postulados y corrientes de economía política partiendo de Adam Smith o Carlos Marx, donde unos defienden el libre mercado y los “divinos privilegios” de algunos sectores de la sociedad frente a otros, y los otros critican esa lógica y proponen deshacernos de esas ideas impuestas por las élites, para ver y analizar desde la base económica la realidad y transformarla.

Todo esto se trata de la supervivencia de la humanidad como especie, se trata de conocer los sistemas económicos, desde el debate político ideológico y no desde las bases morales, éticas y hasta religiosas impuestas por los que se favorecen del  actual sistema. Por ello dejemos de huir y refugiarnos como cobardes y hablemos de capitalismo, socialismo, comunismo, anarquismo, marxismo, indigenismo, indianismo, revolución,  etc.

Dedico este texto en conmemoración a los hermanos Chato Peredo y Felipe Quispe – Mallku.

¡Que viva el movimiento popular! ¡Muerte al imperialismo y el neoliberalismo! 

*Militante de Columna Sur Chuquisaca

jueves, 7 de enero de 2021

LOS PARTIDOS POLÍTICOS EN EL LABERINTO CULTURAL BOLIVIANO

Por: Mauricio Bustamante Rivero*










Los distintos medios de comunicación informan hace varias semanas y con el morbo acostumbrado, sobre las peleas internas de los partidos políticos en Bolivia, que definen sus candidaturas subnacionales a través de conflictos, (des)alianzas, renuncias y también violencia.

¿Podemos escapar de la lógica de bandos para analizar estos hechos con mayor profundidad? Miremos todo esto con ojos críticos, con aquella mirada de vigía que reclamaba Marcelo Quiroga Santa Cruz, la que nos alerta sobre algún peligro y nos convoca a la acción.

Desarrollemos cuatro ideas básicas para sumergirnos en esta discusión. Primero, definamos de manera genérica pero esencial, que un partido político agrupa a muchas personas que comparten una manera de ver el mundo, vislumbran un horizonte común y buscan implementar sus postulados a través de la toma del poder. Segundo, a esta definición sumemos como aditamento, un conjunto de elementos importantes para estudiar a los partidos políticos: (i) ideología o programa; (ii) estructura orgánica; (iii) capacidad de expansión territorial; y (iv) institucionalización.

Tercero, sobre la base de estos elementos, analicemos la teoría y su contraste con la realidad. La ideología, el programa o la visión de país que tiene un partido político, es su principal característica y establece su 'idea original', marca el 'instinto colectivo' de nacimiento de su estructura social. Coloquemos un ejemplo sobre la importancia de este punto. El MNR del 52 desarrolló una tesis política brillante con Carlos Montenegro, que consideraba esencial la nación como principio elemental de la lucha anticolonial contra el sometimiento a potencias extranjeras. Esa fue una idea fuerza que marcó una época histórica en Bolivia. Pero, le sobrevino un tiempo de condensación e inflexión, que propició un cambio de timón por parte del MNR, que en 1985 promulgó el Decreto Supremo 21060, generando un conjunto de medidas antipopulares como la relocalización, los despidos masivos y la informalidad de la economía boliviana (vigente hasta nuestros días). Este cambio de ideología afectó al partido y ocasionó su división en diversas facciones; pero a la larga, fue un factor decisivo para que ingrese en un franco proceso de desgaste y decadencia. Sencillamente, se volvió un partido sin credibilidad, histórico pero incongruente, y esa incoherencia fue su cruz.

Pero la ideología del partido no se sostiene sola, requiere de una estructura orgánica. Ahí es donde nacen instancias de deliberación y decisión como el congreso, la asamblea general, el ampliado, el comité central, las comisiones, las células, los frentes, las reuniones, etc. El trabajo de la estructura es mantener a toda la militancia organizada y consciente de la ideología, procurando ampliar la presencia del partido territorial y sectorialmente. Para lograr eso es importante que la estructura funcione disciplinadamente y despliegue procesos de formación política serios y permanentes, que a su vez promuevan nuevos liderazgos capaces de seguir con el trabajo de cualificar a la organización, brindándole un sentido de relevancia, trayectoria e institucionalización.

Uno de los problemas más álgidos de este proceso surge cuando existe una desconexión entre la ideología y la acción política de la militancia, precisamente cuando se logra un determinado espacio de poder. Allí surge otro componente significativo del partido, el 'instinto selectivo' que es el interés por mantener un espacio de poder más allá del programa o 'instinto colectivo'. Dicho de otro modo, surgen intereses sectoriales y pugnas porque nadie quiere quedarse sin un pedazo de la torta, convirtiendo el poder en un fin y no en un medio para transformar la sociedad. Este aspecto es igualmente riesgoso para un partido político, porque si la ideología o savia no se transmite a toda la estructura, permitiendo elegir a las y los mejores cuadros sin disputas corporativas o componendas de pasanaku, y promoviendo una acción política más sustantiva, el poder va a corromper al partido y el éxito político será algo pasajero.

¿Pero cómo crece o se expande un partido? Es el efecto de un buen trabajo político, de una gestión pública exitosa y de un proceso coherente de comunicación política. Empero, el riesgo de crecer sin tomar en cuenta la formación política y la disciplina de la estructura orgánica, ocasiona que ingresen personas que terminan distorsionando la ideología y actúan en función a sus intereses. Por eso es vital tener una idea clara si se quiere que lo sustancial esté por encima de lo superficial. Y, si bien la ideología tiene sus propios prolegómenos, precisamente porque se basa en distintos modos de ver el mundo, es importante situarla mirando e interpretando correctamente la realidad social, para que la militancia pueda acercarse y vivenciar más las preocupaciones de la gente, con el objetivo de resolver sus problemas más apremiantes desde un enfoque estructural.

Finalmente, asumamos una crítica hecha por Sergio Almaraz hace 56 años, que establecía que las diferencias entre política y violencia se habían borrado en el país: “Si la violencia es un pozo profundo del que para salir hay que hacer un relleno de vidas, los bolivianos estamos acercándonos peligrosamente a la negra boca”. En otro escrito, sentenció que el racismo y la intolerancia eran rasgos definitorios del atraso social y cultural de Bolivia.

El año pasado hubo un golpe de Estado, sentidas masacres y estuvimos bordeando el límite de una guerra civil. ¿Seguiremos otros 56 años en este laberinto cultural? ¿O cambiamos la educación, la cultura e insistimos en la formación antes que en la degeneración?.

*Militante de Columna Sur

miércoles, 6 de enero de 2021

ELECCIONES SUBNACIONALES Y TERRITORIALIZACIÓN DEL PODER

Por: Gudnar Fernández*

La democracia en Bolivia se recuperó el año pasado con la fuerza del voto del pueblo boliviano, un pueblo que resistió y luchó contra el golpe de Estado cívico militar y empresarial. La victoria se alcanzó por la firmeza del “Bloque Social Popular”, que durante once meses resistió la persecución, el racismo, la discriminación y la represión de los grupos paramilitares y de corte fascista, principalmente en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Por ello, la unidad del bloque popular debe mantener un carácter nacional y la claridad ideológica de saber identificar al adversario político, que hoy espera agazapado para tratar de recuperar terreno en las elecciones subnacionales.

A la luz de los acontecimientos, queda claro que en las elecciones nacionales, Camacho pretendía consolidar su bancada nacional para luego negociar y materializar un bloque político de extrema derecha en el oriente boliviano. Por eso su prioridad actual es la lucha por mantener el poder hegemónico de clase en su territorio, lo que conlleva una gran pelea territorial con diferentes logias cruceñas. Y, por otro lado, apertura un espacio de polarización y lucha ideológica con el movimiento popular.

Asimismo, en otros departamentos del país, la derecha boliviana no tiene otro camino que atrincherarse en sus regiones buscando hacer lo que mejor saben: organizarse y conspirar con cúpulas oligárquicas para tratar de captar los gobiernos locales de las Entidades Territoriales Autónomas. Han asimilado que su derrota el 18 de octubre, significó un golpe duro a sus intereses de sector y de clase. Por ello recurrirán nuevamente a sus viejas armas: la demagogia, la mentira y la prebenda como mecanismos para captar votos. Al frente, el “Bloque Social Popular”(sujeto colectivo heterogéneo) que depositó su confianza en el MAS a nivel nacional, deberá mantener la unidad, la unidad y la unidad. Pero la unidad debe promoverse a partir de un acuerdo programático, es decir, a partir de propuestas de cambio que sean trascedentes para resolver los problemas de la gente en cada territorio, y mostrando que se tienen candidatas y candidatos con ética pública, principios y visión estratégica para superar las crisis que vivimos.

La lucha se trasladó a cada territorio y tiene un marco de discusión profundamente ideológico. La tarea es impulsar el proceso de formación política e ideológica de las organizaciones sociales y populares, para que encarnen las propuestas de transformación al servicio del pueblo, que debe ser quien gane en las próximas elecciones subnacionales.

*Militante de Columna Sur Tarija

martes, 27 de octubre de 2020

LUCHO ARCE Y EL RETORNO A LA DEMOCRACIA

 

Por: Marco Antonio Nina Palli



La elección general del 18 de octubre fue uno de los hechos políticos más intensos y de gran incertidumbre que vivió Bolivia en el siglo XXI, producto de una población polarizada que fue generada por diferentes elementos coyunturales e, incluso, históricos. Aquí debemos ser objetivos para poder generar un marco interpretativo real. El MAS en su gestión de casi 14 años se fue desgastando naturalmente, como cualquier partido político que detenta el poder por mucho tiempo; pero principalmente, fueron los hechos de corrupción y el intento de modificar la norma jurídica, repostulación, las que terminaron de desgastar aún más la imagen del proceso de cambio.

Entonces, en los hechos lo que ocurrió fue una lectura errónea de la realidad, sobre las percepciones de un sector poblacional y la falta de atención sobre las experiencias de reelección que vivió Bolivia, especialmente de Siles Reyes y Paz Estenssoro. Estos elementos son los que permitieron a la derecha la construcción de un eje discursivo para descalificar y desvalorizar el proceso de cambio. Por otra parte, el rasgo caudillista del primer presidente indígena Evo Morales estaba provocando dentro de la estructura del MAS, de alguna forma, el letargo de la formación de nuevos cuadros que puedan gravitar en el espacio político o que puedan generar nuevos escenarios políticos. Pero, en realidad lo más riesgoso fue que el proceso de cambio empezó a verse como un rasgo propio de Evo Morales, inseparable de su figura, lo cual ligaba su suerte a la del proyecto revolucionario, hecho que seguramente será discutido en los siguientes años.

Los elementos históricos, son aquellas relacionadas con los problemas profundos enraizados en casi cinco siglos. Autores, como James Malloy; Alcides Arguedas; Rene Zabaleta; Sergio Almaraz; y varios, hablan sobre las dos bolivias, cada uno con sus propias categorías. Este problema no solo es regional, sino también rural y urbano; estas diferencias, hacen que no podamos construir una identidad nacional, del mismo modo, el racismo es un elemento que provoca una incisión entre la población boliviana. Es decir, es totalmente falso la retórica de la derecha, que tanto el proceso de cambio y el MAS son los responsables de la división societal de Bolivia. El hecho de que se reivindique aquellos derechos del horizonte histórico de nuestros movimientos sociales e indígenas, no permite argumentar que estos problemas profundos, que por esencia claramente te demuestran lo contrario, son generados y profundizados desde el MAS.

¿Monumental Fraude Electoral?

Ahora, los resultados de las elecciones del pasado 18 de octubre, te permiten explicar de forma contundente los hechos sucedidos en este último año, especialmente de octubre y noviembre del 2019. Primero que nunca hubo un “fraude monumental” y segundo que existió un “Golpe de Estado”. Hasta ahora, existen varias publicaciones, investigaciones y análisis que sostienen, incluso, científicamente que no existió fraude y que dejan entre dicho el informe de la OEA. Esta determinación de la OEA sobre las elecciones de octubre del 2019, es la piedra angular de la retórica del “monumental fraude” de políticos y analistas adversos al MAS.

El informe de la OEA se limitó a realizar una auditoría del TREP, que no es un conteo definitivo ni legal, y con un universo de análisis de 4.652 actas, que pertenecen a las zonas rurales. Según el informe, se encontraron 226 actas “irregulares” de las 4.652 actas analizadas, es decir, el 4.8% de 4.652 actas. Entonces, la OEA concluye afirmando que el total de estas 226 actas, 0,24% del total de actas, son las que permitieron dar la victoria al MAS en primera vuelta; pero, si suponemos que el total de votos de las 226 actas, recordemos 0,24% del total de actas, corresponden a Comunidad Ciudadana (CC), el resultado del proceso electoral es 46,83% para el MAS y 36,75% para CC, dando la victoria al MAS de igual forma. En ese sentido, algunos hechos y los resultados de las elecciones del 2020 marcan serias contradicciones en el accionar de la OEA y sobre las 226 actas que fueron observadas como “irregulares” por tal organismo, en octubre del 2019. Primero, la OEA respalda la suspensión del nuevo Sistema de Difusión de Resultados Preliminares (DIREPRE) ante fallas técnicas; pero en 2019, el cuestionado sistema TREP, recordemos no vinculante, sirvió para desacreditar un proceso electoral y poner en vilo su transparencia; Segundo, las 226 actas observadas como “manipuladas” concuerda claramente con los resultados obtenidos en el las elecciones del 2020, según el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG): https://bit.ly/3ov2N4K

Estos elementos confirman los estudios realizados por: Jack Williams y John Curiel, MIT Election Data and Science Lab; Francisco Rodríguez, economista, Universidad de Tulane; Dorothy Kronick, politóloga, Universidad de Pennsylvania; y Nicolas Idrobo, estudiante de doctorado, Universidad de Pennsylvania.  Estos estudios, publicados en el The New York Times y The Washington Post, sostienen que los patrones de votación son perfectamente explicables. Por otro lado, si realizamos un estudio comparativo sobre el comportamiento histórico electoral en el tramo final de conteo, incluso en el referéndum del 21 febrero del 2016, encontraremos que la tendencia del MAS deja de ser constante y comienza a acrecentarse, esto es debido a que los votos rurales, que tradicionalmente votan por el MAS, son más lentos de escrutar por la geografía e infraestructura que cuenta.

El 24 de agosto de 2020, The Center for Economic and Policy Research (CEPR), en su página web, publicó que en el informe final de auditoria de la OEA sobre las elecciones de Bolivia, 2019, presenta un error fatal en el análisis de los datos, donde los datos de las marcas de tiempos estaban ordenas alfanuméricamente, ya que la explicación de la alusión de la OEA, “un cambio drástico y difícil de explicar en la tendencia de los resultados preliminares”, debía ser analizada en orden cronológico de los datos y no en orden alfanumérico, para más información: https://bit.ly/35xoh8v

En conclusión, en las elecciones del 2019 no existió fraude. El informe de la OEA no aporta prueba alguna que pueda resultar definitiva para demostrar el supuesto “fraude”. En efecto, los resultados de las elecciones del 2020, MAS 55,10% y CC 28,83%, corroboran que no existe otra explicación que no sea efectivamente que el MAS sacó el 46,97% en las elecciones del 2019 y para que logre el 55,10%, del 2020, jugaron otros elementos que más adelante desarrollare.

¿Golpe de Estado?

En primer lugar, tenemos el rol de la Policía Boliviana a partir del amotinamiento, 8 de noviembre de 2019, aludiendo que dicha acción era un acto de protesta por las precarias condiciones en las que se encontraba la institución verde olivo, de esta manera, pidieron la renuncia del presidente Evo Morales. Este hecho, ocurre en medio de protestas urbanas por el supuesto “fraude”, a nivel nacional, donde el rol de la policía era necesario para mantener el orden público y proteger los derechos constituciones de quienes no compartían la realización de estas movilizaciones. De hecho, se pudo observar que la Policía terminó subordinándose, por intereses, a los comités cívicos, quienes habían aprobado el 100% de jubilación para la institución policial, en consecuencia, los miembros policiales permitían y apoyaban cualquier acto que iba en función de sus intereses: ausencia del orden público, quemas de casas de dirigentes y autoridades del MAS, protección a grupos irregulares. Por lo tanto, La Policía Boliviana termina trasgrediendo los Artículos 252 y 253 de la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia (CPE).

Si bien el mundo durante el tiempo se fue modernizando, también lo hizo los modos en el que se realiza un Golpe de Estado, hecho que se estudia en la ciencia política y es conocida como neogolpismo en el cual, entre varias características, podemos mencionar que el simple hecho que el jefe de las fuerzas armadas pida públicamente al presidente que renunciara, se trata de un Golpe de Estado porque de por si la declaración conlleva una amenaza implícita de violencia, ya sea por parte del propio Ejército o por parte de los manifestantes que no serán detenidos por los militares. De esta manera, las FFAA incumplieron con la CPE, principalmente los Art. 246 y Art. 247, donde se indica que esta institución no delibera y que depende del mando del Capitán General del Estado (presidente). Por otro lado, según la teoría, un Golpe de Estado no solamente participan militares, sino también civiles e, incluso de forma indirecta, elementos externos a la nación.

Ahora, luego del Golpe de Estado, el gobierno de facto y algunos analistas, con la ayuda de la corporatividad comunicacional funcionales a las viejas oligarquías, propugnaron la teoría de que nunca hubo un Golpe de Estado, arguyendo que fue una sucesión constitucional y por la plena vigencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP). Durante el paso del tiempo, ninguno de los dos argumentos pudieron sostenerse por el mismo accionar del gobierno de facto: Primero, no hubo sucesión constitucional porque no se leyó las cartas de renuncia, según reglamento, del presidente, vicepresidente y presidentes de ambas cámaras de la ALP, debido a que no se permitía ingresar a Plaza Murillo a los legisladores; Segundo, la vigencia de la ALP siempre fue virtual o algo simbólico, debido a que las leyes aprobadas por la Asamblea era cumplidas en tanto convenga al poder ejecutivo, incumpliendo en muchos casos lo que señala los Artículos 164 y 165 de la CPE. En todo caso, como ya se señaló las nuevas formas de dar Golpes de Estado como el neogolpismo, lo que ocurrió técnicamente en Bolivia, no se rigen o no se caracterizan, en términos absolutos, a las formas que tradicionalmente se daban los Golpes de Estado.

https://bit.ly/3e31rJz Militares colocando la banda presidencial a la “sucesora”, imagen simbólica del Golpe de Estado.

¿Por qué ganó la Luis Arce Catacora?

El accionar de la derecha conservadora en el poder coadyuvó de forma inconsciente en el reposicionamiento del MAS. El mal manejo económico y de la salud, con más de 8000 fallecidos víctimas del Coronavirus, demostraron en unos cuantos meses un nivel de incapacidad de gestionar la cosa pública, no por nada los analistas, después de conocer los resultados de las elecciones del 2020, a manera de justificar sus análisis inequívocos y pretenciosos de “Voto Útil”, responsabilizaron al gobierno de Añez por sus innumerables desaciertos políticos y hasta llegaron a sostener, lo que muchos ya sabían, que el gobierno de Añez es el peor gobierno de la historia de Bolivia, comparándolo con el gobierno de Luis Garcia Meza. En efecto, ya se puede tener una idea de por qué el más gobernó los 14 años con una oposición incompetente sin propuestas, sin argumentos y sin un proyecto de país. Por otro lado, los hechos de corrupción demostraron que la derecha, apenas tuvieron la oportunidad de estar en el poder, no había cambiado nada de lo que era en los años 90, que mantenía los mismos vicios y falta de capacidad de entender y leer a Bolivia más allá de los centros urbanos.

El gobierno de facto, conjuntamente con toda la derecha de Bolivia, se encargó de refrescar la memoria a la población boliviana, pero particularmente a los sectores populares, campesinos, obreros, la nueva clase media y de aquellos desencantados del MAS. Les refrescaron la memoria de lo que significa tener un gobierno de derecha, que trato de instaurar el modelo económico neoliberal: sometiendo al estado a las políticas del FMI, reduciendo el tamaño del estado, reducción de la inversión pública, desregulando el Sistema financiero (encaje legal y tasas de interes), concesiones a privados en detrimento de las empresas nacionales, nuevas formas de privatización con modificaciones de contratos y nombramientos del CEO en función a los intereses de las transnacionales (YPFB), aplicación del método de Harvard Bon-Sei (aplicado por Doria Medina, 1992) en las empresas estatales (BOA y Teleférico) y el cierre directo de la planta de UREA. Estas medidas, que no correspondían a las funciones de un “Gobierno de transición”, estaban en contra corriente a lo que el mundo estaba realizando en materia económica, donde el estado debía asumir mayor protagonismo en la intervención sobre la economía y, por otra parte, salir al rescate de las empresas privadas, algo totalmente cuestionable porque cuando el estado necesita de las empresas e inversión privada estas brillan por su ausencia. Es decir, todas las medidas tomadas por el estado militar policial, especialmente durante la cuarentena, fueron en desmedro del sector popular.

Ahora bien, las lecturas de la realidad tanto del MAS y de sus adversarios fueron totalmente distintas. Por un lado, el MAS hizo una lectura correcta de los sectores en el cual debía consolidar sus votos, hubo la capacidad de interpretar donde se estaba generando y focalizando estas nuevas necesidades económicas y sanitarias, producidas por la pandemia; Por otro lado, CC se limitó a confiar en los centros urbanos donde se creía que “los pititas” era la mayoría hegemónica del País, esta miopía refleja un problema más profundo que una simple interpretación sobre la clase media, alta y blancoide, como que no pueden ver más allá de sus círculos sociales en las que se relacionan y que Bolivia es más grande que un barrio burgués; sino, que aún persiste aquel pensamiento colonial, donde buscar la ascendencia social y mantener estilos de vida o lugares privilegiados, han llevado que la clase pudiente se distancie de los otros grupos sociales históricamente mayoritarios (Clase media baja, popular o la muchedumbre mestiza, según Guillermo Lora), se puede decir, que se distanciaron de Bolivia.

La estrategia electoral del MAS, durante su campaña, terminó apuntalando su propio voto duro, recuperando los votos de aquellos desencantados del MAS y seduciendo al voto indeciso. Esta campaña fue llevada a cabo en los sectores circundantes y periurbanos de la ciudad, sin mencionar que también visitaron municipios, es decir, existió un real contacto con la población, como debe ser una campaña. En la vereda del frente, la campaña en términos de movilización se limitó a los centros urbanos, sobrevalorando la idea del “Voto Útil”.

En lo discursivo, mientras el MAS planteaba soluciones, como propuestas, a una gestión que estará signada de una crisis económica (Desempleo, reactivación del aparato productivo y la demanda interna, deuda externa, déficit fiscal, etc.), estrategia discursiva bastante obvia. En cambio, Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho y demás apostaron por un discurso contra el MAS, según ellos, el óbice de la democracia. En ese sentido, sin poder encontrar una fórmula única electoral anti masista, hasta se llegó a discutir quien había hecho más para provocar la salida de Evo Morales, hecho que raya la falta de respeto que se tiene hacia el electorado boliviano por la falta de seriedad e inteligencia.

En consecuencia, este discurso contenía una miopía racista, donde no llegaron a entender o su sentido de clase no les permite entender, que no solo se hostigaba contra el MAS, sino también contra todo un tejido social complejo que caracteriza a Bolivia. De esta manera, se relacionó a este tejido social complejo como simples masistas, por ende, hordas salvajes e ignorantes que no son racionales, así, justificando porque estos sectores votan y apoyan al MAS; Por otro lado, también existió una forma de violencia simbólica cuando se procedió a quemar wiphalas y agraviar a las mujeres de pollera. En los hechos, este accionar de la actual oposición fue un elemento unificador de los movimientos populares, indígenas, campesinos y de aquellos que no se identificaban con el gobierno de facto.

El análisis del “Voto Oculto”, era evidentemente clara, pero analistas y encuestadoras preferían pergeñar sus análisis hacia otra dirección, porque de hacerlo de forma real y consciente entrarían en contradicción con el correlato discursivo de un estado democrático, no racista y no clasista. Es decir, el voto oculto y silencioso, encuentra su explicación en una coyuntura totalmente intolerante en el que se encontraba Bolivia, donde se estigmatizaba el hecho de ser masista o identificarse como masista era sujeto a insultos, injurias y calificativos de toda índole. La no aceptación de esta realidad llevo a realizar encuestas y conjeturas totalmente distorsionadas a la realidad o muy alejadas a lo que se percibía en las calles.

Resultaría bastante injusto, si no menciono la figura de Luis Arce Catacora, conocido mundialmente como el padre del milagro económico de Bolivia, aunque a muchos no les agrade la mención, la realidad es que Organismos Internacionales elogiaron el manejo, principalmente, macroeconómico de Bolivia. Incluso, debemos añadir que el candidato del MAS resultó ser versátil cumpliendo con el Índice de Greenberg, clave en campañas electorales: que la gente la sienta cercano, que la gente lo sienta capaz y que la gente sienta que habla de sus necesidades. Según Max Weber, un político debe tener tres virtudes: pasión, sentido de responsabilidad y mesura, entonces, también hay que analizar a Luis Arce de ese modo. Todo esto sin olvidar lo importante que es tener carisma, pero natural, algo que definitivamente sobró en el candidato del MAS y que faltó en el candidato de CC.

En conclusión, la victoria contundente de Luis Arce Catacora es el retorno a la democracia, dejando en claro que resulta pueril seguir sosteniendo el discurso del “monumental fraude”, “lo democrático del Voto Útil”, “la existencia de gobernabilidad en un Gobierno de Pacto” y “14 años de fraude”, retóricas que aún se utilizan en los ámbitos académicos, como universidades, donde se sigue tratando de inyectar mística a los “21 días” y “La revolución pitita”, que semánticamente no tiene nada de revolución y que solo fue la restauración de los modos racistas y coloniales, donde se tiene la concepción que hay muertos de primera y muertos de segunda, haciendo alusión al silencio comunicacional y la falta de empatía sobre las masacres, las más indignantes, de Senkata y Sacaba. En los hechos, los que forman parte, apoyaron y apoyan al movimiento pitita solo provocaron que Bolivia se encuentre con un desgobierno total, en una situación mundial crítica.

En América “…Bolivia ha amanecido, Ecuador va a amanecer y Chile amanecerá…” Juan Carlos Monedero

*Militante de Columna Sur


jueves, 17 de septiembre de 2020

EL EMPLEO COMO EJE ARTICULADOR DEL MODELO SOCIAL, COMUNITARIO PRODUCTIVO

 Emilio Rodas Panique

Bolivia comenzó el siglo veinte con aires modernizantes, el liberalismo estañero  reemplazará al republicanismo de la plata y las haciendas, el espejismo gomero del norte se había diluido en gran parte y el litoral se había perdido para siempre, este modernismo alcanzó  apenas a las periferias de La Paz y Oruro en la arquitectura y las vías de comunicación urbanas, más allá de esas fronteras subsiste la realidad, Bolivia es un país indio y agrario, aunque los más de 30 años de liberalismo intenten negarlo de forma recurrente, no se consolida un capitalismo boyante y por tanto la clase obrera es minoritaria en cuanto a la población económicamente activa, más del 90% de esta sigue ocupada en el campo en condiciones mayoritarias de servidumbre, la relación laboral de dependencia, absolutamente minoritaria, en el auge de mayor expansión de la producción minera del estaño, las tres compañías más grandes no pasan de 65.000 trabajadores mineros, esto subsiste incluso con la revolución de 1952 que en su mejor momento y pese al clientelismo de COMIBOL no superó los 50.000 trabajadores asalariados.

Antes y después del 52 se da una expansión aún tímida de la producción de manufacturas destinadas a la alimentación, los tejidos y metalmecanica en pequeña escala pero que dan lugar al surgimiento incipiente y totalmente desprotegido del trabajo fabril, la política de diversificación económica y la substitución de importaciones da un impulso a nuevos sectores en la economía estatal y privada con mano de obra en relación laboral de dependencia clásica, pero pese a los 33 años de vigencia de esta política no se logró una variación significativa del mapa económico de ocupación, al final del ciclo en 1985, Bolivia seguía siendo un país agrario principalmente.

La irrupción del modelo neoliberal en Bolivia implica la destrucción del empleo en el campo y las ciudades, las medidas iniciales, el cierre de la producción minera desmantela a COMIBOL y su base obrera, la libre importación de productos manufacturados que hasta ese momento estaba protegida por aranceles, barre con la producción fabril, la importación de alimentos semiprocesados o no procesados mata el mercado de las comunidades campesinas y las haciendas agrícolas, toda esta mano de obra terminó en las calles al inicio del neoliberalismo, una parte migra hacia las cooperativas mineras y el grueso de estos sectores constituye la primera ola de trabajadores informales, gremiales y trabajadores por cuenta propia, incluido el sector transporte, a partir de ese momento esa es la caracterización principal de la fuerza de trabajo, un estado reducido al mínimo, no absorbe el excedente de mano de obra y el crecimiento vegetativo de ésta no tiene opciones, la segunda ola de medidas aplicadas a finales de los años 80 y principios de los 90 cierra el círculo, la privatización y la capitalización en ninguno de los casos reprodujeron el empleo, no hay ninguna de estas experiencias que haya redundado en una expansión de su producción ni crecimiento de sus plantas de dependientes, el impacto de ellas en el empleo fue negativo definitivamente, durante todo el ciclo neoliberal el desempleo neto estuvo por encima del 10%, pese a que los indicadores que se tomaban en cuenta eran bastante relativos, con indicadores más rígidos el desempleo neto habría superado el 20%.

En el momento de mayor auge neoliberal 92-97 dos sectores fueron los que más se expandieron en cuánto a ocupación de mano de obra, comercio y servicios, ambos altamente sensibles a las variaciones de temperatura económica regional, a partir de la crisis mundial de 1998 y sus efectos en Latinoamérica, principalmente Brasil y Argentina, el empleo fue en caída libre de forma irreversible, BOLIVIA hasta 2005 fue altamente vulnerable a las variables del mercado mundial por su debilidad orgánica no superada y agravada por el debilitamiento del Estado como planificador de la economía y por tanto absolutamente dependiente del financiamiento externo, incluso para cumplir obligaciones estatales básicas como el pago de salarios a sus funcionarios, la expectativa de captar inversión externa para financiar el desarrollo del capital en el país jamás fue cumplida, al contrario, pese a la exigüidad de los recursos públicos, el modelo neoliberal sustento su vigencia en la exportación de la riqueza hacia las metrópolis del capital que supuestamente nos iban a jalar al desarrollo, el neoliberalismo se agotó en Bolivia porque jamás estuvo diseñado para nuestro desarrollo sino para reproducir la versión post moderna del país campamento, entre 2000 y 2005, la única política verificable de empleo de los últimos dos gobiernos neoliberales, Banzer-Tuto y Goni-Mesa, fue la ampliación en los horarios de atención de las oficinas de migración para que los bolivianos con tramitadores de por medio pudieran obtener un pasaporte y salir de nuestras fronteras hacia destinos inciertos en busca de trabajo, el modelo había colapsado y como último corolario terminó desintegrando miles de familias.

En contra ruta de esa realidad, las transformaciones iniciadas en 2006 comienzan con la captura del excedente, no podemos decir que en 2006 se creó mayor riqueza, la diferencia se da en donde termina esa riqueza, pues se quedó en Bolivia, el fundamento económico del Modelo Económico Social, Comunitario Productivo es la nacionalización, está genera el excedente para que el Estado pueda potenciar la inversión pública, redistribuir la riqueza, potenciar el mercado interno y sentar las bases de la industrialización, cuando el modelo neoliberal exportaba nuestra riqueza, el Estado sólo podía disponer de 600 millones como máxima aspiración para la inversión pública, gran parte de este dinero proveniente del endeudamiento público, con la nacionalización, rápidamente pudimos reproducir esa tarea con más de 6.000 millones de dólares.

La principal política de empleo del MAS en los 14 años se llama INVERSIÓN PÚBLICA, la reproducción de esta cifra tiene un efecto multiplicador en el conjunto de la economía, pues un componente central de ésta es el salario de los trabajadores vinculados a cada proyecto, ese salario no se exporta y circula en la economía y por tanto activa todo un círculo virtuoso en el mercado interno, a mayor cantidad de proyectos en desarrollo, mayor cantidad de salario circulando y gente comprando cosas que otros están produciendo y de las ventas de estos productores se activa otros circuitos de forma interminable, todo ello sin contar los servicios complementarios que no están reflejados en salarios pero que también implican transferencias indirectas al mercado, alguien debe transportar los materiales y equipos, alguien debe alimentar a los obreros y técnicos en obra, alguien produce ropa de trabajo, alguien gestiona los espacios de esparcimiento en el entorno de los proyectos, es decir el impacto de la inversión pública en el empleo fue siempre el pilar principal de ese otro componente central del modelo económico exitoso en estos 14 años, el potenciamiento del mercado interno.

La redistribución de la riqueza tuvo varios componentes, pero en definitiva no se agota exclusivamente en la justicia social, por supuesto que incorpora a sectores vulnerables al mercado de consumo, al margen del impacto del Juancito Pinto en la disminución de la deserción escolar, que de por sí fue exitosa, o el bono Juana Azurduy en la reducción de la mortalidad materno infantil y la detección de temprana de anomalías en recién nacidos, la renta dignidad no es sólo justicia social con adultos mayores, ni el bono para personas con discapacidad, también implica la incorporación anual de miles de  millones de bolivianos adicionales al mercado interno, estas transferencias tienen impacto directo en el empleo en el comercio y la pequeña industria, estos sectores incorporados al mercado de consumo no exportan estos recursos ni los ahorran normalmente, activan con ello un circuito de consumo en productos esenciales que activan a varios sectores que emplean mano de obra.

La valorización del salario es sin duda una medida redistributiva que impacta en la calidad del empleo, haber protegido el empleo con medidas proteccionistas parcializadas nos representó una constante tensión con la parte patronal, haber incrementado el salario mínimo sustancialmente o haber obligado al pago de doble aguinaldo en algunos años es sin duda la medida más democrática en la repartición de la riqueza y la reducción de la desigualdad, cada incremento o cada segundo aguinaldo ha sido una participación mayor del trabajador en el ingreso que de no haber sido de esa forma habría terminado en el balance en el campo de las utilidades de la empresa, no sólo hemos redistribuido la renta pública, también hemos logrado que la riqueza generada en el campo privado de la economía se distribuya de mejor forma, esto por supuesto que a una empresa privada que está acostumbrada a centrar su ganancia casi exclusivamente en la explotación de la mano de obra y no en otros factores de competitividad siempre le incomodó pero tuvimos la fuerza para imponerlo porque teníamos para ello no sólo razones morales sino también económicas, un salario potenciado, una mayor participación de los trabajadores en el excedente potencia el mercado interno y repercute en el circuito de consumo multiplicador.

Todas estas políticas nos permitieron bajar sistemáticamente la tasa de desempleo en Bolivia, de haber recibido un desempleo cercano al 9% en 2005, logramos reducir a nuestro mínimo histórico de 3.2 en 2012, el impacto de la crisis en Brasil Y Argentina desde el 2013 nos produjo un retroceso de dos puntos principalmente por su impacto en el comercio en poblaciones fronterizas, en 2016 terminamos con 5.5 de desempleo, Bolivia en los 14 años no estuvo exenta de los impactos de las crisis internacionales, entramos en gobierno en plena crisis mundial, enfrentamos la de 2008 y cuando el mundo se comenzaba a recuperar nos cayó la crisis del petróleo de 2012 en adelante, sin embargo se logró enfrentar todos los impactos sin sacrificar la estabilidad y el crecimiento, incluso volver a reducir hasta 4.2 el desempleo siendo durante todo ese periodo la economía con mayor crecimiento y menor desempleo, todo ello gracias a inversión pública, transferencias de recursos al mercado ambas para potenciar el mercado interno y mantener la temperatura de la economía, ya es innecesario mencionar a estas alturas que nuestro modelo económico en todos estos años se ha convertido en referencia internacional, incluso ser reconocido por organismos que son portaestandartes del modelo neoliberal fundamentalista como lo son el FMI, el Banco Mundial o la CEPAL.

Hoy el Estado se encuentra gestionado por el verdadero terrorismo, no hay peor terrorismo que el terrorismo económico, y no hay peor tragedia para un pueblo que en tiempos de crisis ser gobernado por los menos capaces y los menos honestos, la economía comenzó a ser destruida desde el 23 de octubre con el paro de los 21 días, se agravó la crisis con la llegada de la ineptitud al poder, desde el 12 de noviembre no se ha tomado una sola decisión que contribuya a resolver ninguno de los problemas que se han generado en la economía y el empleo, la paralización de la inversión pública en todos sus niveles, la paralización de plantas que estaban en plena producción, la paralización de la construcción de plantas que están destinadas a diversificar la economía, exportar nuevos productos y eliminar importaciones, todo ello mucho antes de la pandemia del corona virus, ha significado entrar en caída libre en las perspectivas económicas, la crisis sanitaria ha agravado estas posibilidades y se agrava cada día que la ineptitud aliada a la cleptocracia gobiernan el país, los planes de empleo lanzados con bombos y platillos por la publicidad estatal sólo son la reactivación de programas que en tiempos de Evo habían sido gestionados exitosamente, el Programa de Apoyo al Empleo viene funcionando desde 2103 habiendo logrado en sus dos ciclos previos al golpe superar las metas iniciales ampliamente, el Programa de Primer Empleo Digno dirigido a profesionales y técnicos superiores recién egresados fue exitoso desde su implementación en 2018, ambos con créditos BID, el PMEIL dirigido a mejorar la empleabilidad laboral fue exitoso hasta que mediante nota el Ministro de Planificación lo ha dado por cerrado hace 15 días, en plena crisis del empleo, redireccionando el financiamiento del Banco Mundial hacia el gasto corriente, los empleos de emergencia anunciados se vienen aplicando desde la crisis de 2012 en adelante, los iniciamos en poblaciones fronterizas con obras urbanas y recuperación de áreas productivas afectadas por desastres naturales, después se extendió a capitales y ciudades intermedias, uno de los pocos financiamientos garantizados del famoso plan del gobierno de facto para la reactivación del empleo en el que anunció 18.000 millones de bolivianos, son los 100 millones remanentes en el FPS de las obras inconclusas al momento del Golpe de Estado de esta cartera de proyectos urbanos, es decir lo único que se ha hecho es copiar y hacer mal lo que ya de por sí era exitoso.

Cuando pase el temblor, el mundo se encontrará en un estado de post guerra, las economías del mundo se van a contraer y cerrar para potenciarse desde adentro, la turbina del mundo que es China saldrá como un huracán no a comprar sino a vender, las economías más neoliberales, globalizadas y globalizantes incluso ellas estarán mirando al estado nuevamente como al actor fundamental de la reconstrucción, es decir después de la pandemia el mundo estará buscando un modelo económico, político y social que articule los actores con un estado paternalista y protector, el mundo estará buscando lo que en Bolivia habíamos intentado construir durante estos 14 años, mientras en Bolivia se intenta destruir las empresas del estado y se busca volver a enajenar los recursos estratégicos en beneficio del capital transnacional, en Alemania, Francia e Inglaterra grandes y emblemáticas corporaciones intentan colocar acciones en manos de sus gobiernos para que los ayuden a superar la crisis compartiendo su destino, cuando pase el temblor estaremos otra vez en contra ruta de la historia.

Funcionó tres veces en 14 años, después de la crisis sanitaria y la tragedia política de este año va a volver a funcionar, será mucho más difícil por todo el daño que se producido a la economía y el empleo, pero hoy en día sigue estando más vigente que nunca nuestro proyecto de país enmarcado en el Modelo Económico Social Comunitario y Productivo, la gente en estos terribles meses de improvisación lo está sintiendo, el taxista, el comerciante, el productor, el empresario, el banquero, la familia, fueron 14 años de tranquilidad, estabilidad y crecimiento, tal vez muchas cosas no salieron como se deseaba y otras no se hicieron como se debían, pero nunca falto el diésel para la cosecha ni el pan en la mesa de la familia, ni el trabajo digno para nadie. 

 Santa Cruz, 17 de septiembre de 2020

jueves, 30 de julio de 2020

POR LA SALUD, LA VIDA, LA ECONOMÍA Y EL EMPLEO

Por: Emilio Rodas Panique


El bloque golpista no resolvió con el golpe una crisis, instaló una crisis política con el derrocamiento de un gobierno constitucional y la interrupción de un mandato, a partir de ahí tenemos un gobierno ilegítimo en una supuesta transición eterna, la crisis política se agrava y se vuelve multidimensional con las medidas inmediatas de carácter políticas y económicas, la suspensión ipso facto de la inversión pública, el sabotaje premeditado a las empresas públicas y la repartija en calidad de botín de las reparticiones estatales, lejos de aliviar las pérdidas económicas por más de 20 días de paro obligado, acentúan la sensación de incertidumbre por primera vez en 14 años, la represión política, judicial y militar en manos de psicópatas y depravados del poder tornaron el ambiente de crisis generalizada en un escenario altamente contaminado y denunciado por todos los organismos internacionales como irrespirable en un estado de derecho.

Sobre ese escenario la crisis sanitaria, que lejos de ser administrada con responsabilidad y empatía con la dimensión de la crisis, paso de ser gestionada de manera inepta y corrupta a ser instrumentalizada con fines exclusivamente políticos, no hay en los 128 días de cuarentena ninguna medida efectiva desde el gobierno que haya logrado alterar la gravedad de la crisis, ya es redundante mencionar lo hecho y sobre todo lo no hecho en este tiempo, lo cierto es que la única actuación del gobierno se puede evidenciar en dos actividades, el reporte diario de daños (contagiados y muertos) una estadística absolutamente dudosa, y la profusa cantidad de publicidad estatal basada en mentiras oficiales sobre sus medidas y sus resultados, uno puede imaginar la reacción de una persona cuando ve a la Señora Añez hablando del país de las maravillas y esa misma persona no ha podido acceder a una prueba de diagnóstico para corroborar sus síntomas o cuando una persona de su entorno familiar no ha logrado ningún tipo de asistencia sanitaria en la emergencia.

La grave crisis sanitaria y la espantosa calamidad económica que se cierne sobre el pueblo han evidenciado que se vuelve imprescindible resolver la crisis política, pasar de la transitoriedad a la ruta constitucional, democrática y legítima no es sólo una cuestión de intereses partidarios, es una cuestión de vida o muerte para millones de ciudadanos de este país, continuar en este limbo político sólo agrava la crisis, el único sustento real que posee el gobierno ahora es el poder de los medios de comunicación tradicional, que cada vez pierden fuerza y credibilidad ante una multiplicación exponencial de la actividad en redes sociales, donde ha perdido la batalla, y la otra fuerza es su capacidad represiva a través de la Policía, los jueces y fiscales, y las Fuerzas Armadas, con sólo eso no se puede gobernar, no se pueden tomar decisiones que ayuden a resolver las crisis en todas sus variables.

Desde el primer momento y aún con las fuerzas progresistas en estado de shock y la Asamblea Legislativa Plurinacional en total desorientación se intentó proyectar una sensación pacificadora, haciendo uso de la coerción política y policíaca se arrastró a la Asamblea a involucrarse en acuerdos políticos iniciales que daban la sensación de avances, se hacían sin embargo negando a la fuerza mayoritaria del uso de su peso específico en la votación, Tuto y Ortiz monitoreaban la actuación de una Asamblea en la que ambos no tenían ni un tercio, bajo el chantaje como arma política de uso práctico, así se llegó a anular las elecciones sin base jurídica, a reconstituir el órgano electoral y convocar a nuevas elecciones para el 3 de mayo, muy lejos del plazo establecido en la Constitución de 90 días, al instalarse la crisis sanitaria se dio por hecho que no podría realizarse las elecciones y se suspendió, la nueva fecha fue solicitada por el Tribunal Electoral a la Asamblea, ésta mediante ley estableció una nueva fecha, la agudización de la crisis sanitaria ante la inacción absoluta del gobierno hizo necesario un nuevo acuerdo político que nuevamente fue sometido a consideración de la Asamblea para que ésta lo convierta en ley, en cada uno de los momentos de necesidad de modificar los plazos la Asamblea fue el escenario de debate y acuerdos para ello, sin embargo el último aplazamiento y la determinación de fecha ha sido ejecutado unilateralmente por el órgano electoral, ¿que ha cambiado? ¿Por qué antes era necesario una ley y ahora no?

Demás está decir que los números no les cuadran al bloque golpista, en ninguno de los escenarios proyectados por ellos mismos, el MAS desaparece como opción principal del voto, pasa el tiempo y la crisis sanitaria usada como arma política sólo les da resultados para justificar los aplazamientos interminables, pero con cada aplazamiento las proyecciones electorales mejoran para el MAS, cada vez es más difícil ilusionarse con derrotar al proceso de cambio, por ello es que se ha decidido dar un paso más allá de cualquier idea de concertación necesaria, han decidido cerrar el ciclo sin el MAS y Luis Arce, por ello han prescindido de la Asamblea que es lo que le da vigencia institucional a nuestro proyecto político en este escenario de asimetrías absolutas de poder, ya el gobierno echó mano del crédito vetusto del FMI sin aprobación legislativa, por ello el chantaje del bono de los 500 Bs, ya la Señora Añez ascendió sin aval legislativo de forma inconstitucional a los generales golpistas y masacradores de noviembre y ahora el TSE decide cambiar con resolución de sala plena lo que le estaba mandado por ley, con este último precedente, basado en la independencia de poderes un juez de cualquier juzgado podría en una sentencia judicial modificar una figura penal tipificada en la ley, está claro que la decisión política es la de intentar perfeccionar en la formalidad el ciclo golpista prescindiendo absolutamente de la fuerza política más importante electoral, orgánica y socialmente, al parecer han decidido volver a hacer lo de noviembre, pero, ¿servirá de algo? ¿Ayudará realmente a superar la crisis multidimensional? ¿Es posible cerrar el ciclo negando la existencia inevitable de una fuerza política histórica como el MAS?, es axiomático decir que no, esto sólo implica prolongar la crisis indefinidamente con toda la carga de efectos catastróficos para la vida de nuestro pueblo.

Lo ocurrido desde octubre de 2019 nos deja lecciones valiosas, es evidente que una buena parte de la sociedad boliviana no piensa como nosotros y tiene derecho a hacerlo, sean cuales sean las razones que los han llevado a ese razonamiento es indiscutible que respetamos su forma de entender Bolivia, intentar reconstruir lo que se ha destruido en estos ocho meses pasa por entender está diversidad de visiones y tratar de encontrar puntos de acuerdos mínimos, para nosotros la superación de esta crisis no pasa por la negación absoluta de otras visiones y la imposición a rajatabla de nuestro razonamiento, debemos coexistir inevitablemente, no es la aniquilación del adversario la que nos llevará a superar la crisis, es la aceptación de las diferencias y que sea el pueblo el que decida el camino que debamos recorrer todos, probablemente durante un largo periodo de tiempo tendremos que gestionar esta división en una especie de bipartidismo de hecho, la otra parte si en verdad está dispuesta a pasar a otra página de la historia deberá aceptar que hasta hoy pese a su enconado esfuerzo no ha podido aniquilarnos, seguimos y seguiremos existiendo, si piensan que la postergación interminable de las elecciones o la anulación de nuestro carnet de identidad política formal nos va a hacer desaparecer están equivocados, el Proceso de Cambio no es sólo una sigla o un líder o una candidatura es una forma de entender Bolivia, una forma que creemos con todas nuestras fuerzas que es buena para la patria y sus habitantes, no va a desaparecer con medidas administrativas o políticas coyunturales porque es un sentimiento instintivo del pueblo.

Por ello es que trabajadores por cuenta propia, productores del campo y la ciudad, comerciantes, transportistas, obreros, maestros, profesionales, juventud, mujeres, etc, se movilizan no sólo por elecciones, las elecciones son la vía legal para volver a la normalidad política y la construcción de equilibrios saludables para gestionar la salud, la economía, el empleo, el bienestar de nuestro pueblo, negar la vía electoral a la mayoría del pueblo es deliberadamente empujar a ese pueblo a las calles y las carreteras a reconquistar su derecho, pese al riesgo de contagios la gente saldrá espontáneamente porque siente que tiene que incidir en el curso de los acontecimientos, es por la salud, la vida, la economía, el empleo.

El gobierno de facto hoy es gestionado por un grupo político minúsculo, su candidato en octubre obtuvo sólo el 4%, su presidenta-candidata a cada día se cae en la intención de voto, su vocación de poder no se condice con su dimensión política, esto lo inhabilita como interlocutor para discutir las crisis y sus desenlaces, el debate es precisamente el como superarlos en el corto plazo para evitar mayores daños, otras fuerzas políticas que poseen mayor legitimidad deben asumir esa interlocución y ayudar a instalar una ruta crítica inmediata que haga posible la restauración constitucional y democrática, hay que animarse a dar pasos más audaces en este camino, entendiendo que coexistiremos aunque no nos gustamos, negarse a hacerlo, esconder la cabeza como el avestruz es negarse a una salida posible y contribuir con ello a empujar a todos al desastre que podemos evitar, el Tribunal Electoral deberá leer esta realidad y animarse a interpretarla si en verdad tiene vocación y compromiso democrático, de lo contrario pasará a la historia como el notario de la quiebra definitiva de la democracia boliviana, será superado por los acontecimientos.

lunes, 29 de junio de 2020

CARLOS D. MESA RECONOCE LOS LOGROS DE LUIS ARCE

Por: José Rafael Jaldín Fernández*

El candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa Gisbert, reconoció más de una vez los logros del MAS en materia económica. Los consideró impresionantes, contundentes, que no permiten discusión, además de señalar que son los avances más significativos de los que se tenga memoria. Con puño, letra y admiración por el ahora candidato Luis Arce Catacora publicó el siguiente texto:

“El ministro Arce demostró un manejo adecuado de la macroeconomía en todos sus ámbitos, manejo acompañado por la exhibición de unas cifras simplemente impresionantes. Tamaño del PIB nacional, crecimiento anual de ese PIB, inflación controlada, reservas internacionales, superávit fiscal, son contundentes”. (Carlos Mesa G. Economía, La Prueba De Consistencia. Fuente: Diario Página Siete. 2015)

Otro escrito de Carlos Mesa reconoce que la vida de los bolivianos y la competitividad del país cambió en la gestión del MAS, escribe Carlos Mesa:

La inversión intensa y sostenida en infraestructura, con antecedentes relevantes durante el período democrático, cobró un ritmo y una velocidad que permiten pensar que el país por fin recupera competitividad y transforma las vidas de compatriotas que por siglos vivieron cerca de una mala carretera de tierra, sin luz y sin agua. Bolivia, finalmente, puede completar su camino de modernización. (¿Modernización tardía? Fuente: Pagina Siete. 2015)

En sus dos artículos referidos a la “Pobreza, Logros y Desafíos” Carlos Mesa escribe: 

“…Uno de los logros relevantes de este gobierno es, sin duda, el significativo avance en la lucha contra la pobreza. La pobreza en general ha disminuido de más de 60% en 2003 a 45% en 2013, y la pobreza extrema de 40% en 2003 a 21% en 2013. El avance más significativo en sólo ocho años del que tengamos memoria” (Lucha Contra La Pobreza: Logros Y Desafíos. Blog De Carlos Mesa 2013)

Postura que ratifica en noviembre de 2017, cuando indica:

“La pobreza disminuyó de casi el 60% al 39%, una cifra notable, 21 puntos menos, mientras que la pobreza extrema pasó de 36,7% a 16,8%, una reducción de más de la mitad. Se trata de un rango que no tiene precedentes en nuestra historia y que no podemos menos que reconocer”. (Carlos Mesa Pobreza, Logros Y Desafíos Fuente: Diario Página 7. 2017)

Además, Carlos Mesa reconoce el sólido Modelo Económico de Luis Arce Catacora y que gran parte del éxito de Evo Morales se debe al mismo cuando Señala:

 “Uno de los ejes fundamentales de todo el andamiaje de este proceso político ha estado en el ministerio de Economía y Finanzas” “Los pros y contras de lo hecho hasta ahora estuvieron siempre bajo el brillante celofán de unas cifras macroeconómicas que no permiten discusión”. “(…) la grasa acumulada en casi una década permitiría a Bolivia pasar el trance de la caída de precios con tranquilidad” (Carlos Mesa G: Economía, La Prueba De Consistencia. Fuente: Página 7 2015). 

Nadie que no sea admirador de la capacidad de gestión de una persona, escribe así, peor si se compara a Evo Morales con el mismísimo Libertador Simón Bolívar como hace Carlos Mesa en 2010:

 “El Presidente Morales es en ese y otros muchos sentidos un caso excepcional. Lo es porque como nunca antes desde Simón Bolívar a hoy, una figura política cobró una trascendencia mediática de tal magnitud, es además la figura boliviana de mayor proyección internacional que hayamos tenido nunca.” (Carlos Mesa G: Morales, Las Razones De La Entraña. Fuente: Blog Personal De Carlos Mesa 2010)
Estos escritos, entre muchos del 2010 al 2017, demuestran una constante en el pensamiento de Carlos Mesa respecto al MAS y a Luis Arce.

Para concluir:

1. Más allá de cualquier crítica, el Carlos Mesa escritor, docente, historiador y periodista reconoció los logros de Evo Morales y del ahora candidato del MAS IPSP Luis Arce Catacora. En tanto el Carlos Mesa candidato tiene otros juicios que le muestran como una persona ambivalente e indecisa.

2. Los argumentos de Carlos Mesa no son los de un candidato comprometido a vencer a nuestro partido (recordando su último envalentonamiento de caricatura), sino, los de un jefe de campaña o Militante del MAS, es decir: LOS DE UN HOMBRE QUE VOTARÍA EN URNAS POR LUIS ARCE CATACORA. Tampoco es para menos, muchos periódicos mencionan a LUIS ARCE como: “El Padre Del Milagro Económico en Bolivia”, “El Cerebro Detrás Del Éxito De Morales En Bolivia” The Wall Street lo menciona como “El Artífice Del Resurgimiento Económico En Bolivia”
3. Más allá de cualquier postura política, instituciones como el FMI, la CEPAL, publicaciones de CLACSO, universidades e intelectuales de diferentes países, incluyendo el candidato Carlos Mesa reconocieron el Éxito Del Modelo Económico En Bolivia, haciendo de Luis Arce un Hombre admirado tanto por sus enemigos como por sus amigos. A pocos meses de las elecciones, ese sereno y paciente Exministro de Economía es uno de los candidatos con mayores posibilidades de vencer en las urnas.

*Militante de Columna Sur