Por: Rene Barron Watteroth.
Uno de los
aspectos que más sobresale en los últimos discursos del p’ajla facho Horacio
Poppe Inch, es su narcisismo político, ya que se considera como la salvación,
la opción única que no es corrupta y traerá progreso y orden para Sucre. No
solo resalta que haya manifestado que es “un facho orgulloso”, sino que su
propia victimización es muestra de la estrategia fascista para su
posicionamiento en la sociedad, pues no son contadas las ocasiones en las que
este personaje y sus seguidores hablen de que los discriminados son ellos, ya
que no les dejan manifestar sus ideas; es decir se sienten supuestas víctimas
cuando se les pone en cuestionamiento sus afanes totalitarios, donde los que no
concuerdan con sus ideas y postulados son enemigos, mal nacidos, traidores y demás calificativos. Traer recuerdos de la
supuesta discriminación por parte del MAS a Sucre es también típica estrategia
fascista, de forma análoga procedieron los nazis para justificar y empujar a su
población a deshacerse, perseguir y masacrar a judíos, gitanos y comunistas.
A pesar que en su línea
discursiva trata de camuflar su odio hacia los sectores rurales del municipio
de Sucre, con argumentos como que los dirigentes del MAS, hacen y deshacen como
les da la gana en sus comunidades; esta queda evidenciada cuando entre líneas y
en repetidas ocasiones trata de resaltar el apoyo de la ciudad, frente a la
votación rural, inclusive en una de ellas llega a afirmar que debería pensarse
en consolidar un municipio que solo abarque la mancha urbana, es decir segregar
a los distritos rurales porque ellos son los que manipulados, optan por una
opción que no es la suya.
Resulta curioso que afirma que las
actas del área rural son las más observadas, momentos después afirma que de 52
actas solo 19 corresponden al área rural, pero afirma varias veces que ganó en
los distritos urbanos. Aparentemente hace una confesión inconsciente, en la que
ve como aceptable el supuesto fraude en el área urbana, pero rechaza el supuesto
fraude del área rural. Pues para el pitinazi (no debería ofenderse ni
victimizarse con esta categoría, ya que se considera un “facho”) y sus
mascotas, la observación de la actas rurales donde gana el MAS son más
relevantes que las del área Urbana donde su partido fascistoide tiene la
delantera.
Se hace evidente también que tras
ese razonamiento descifrado en el párrafo precedente, se esconde la idea
supremacista de que el campesino no debería sufragar porque es ignorante y
manipulable, frente a la culta y letrada población urbana; razonamiento cargado
de subjetivismo criollo y fascista, ya que los que hemos participado o formado
parte de una comunidad campesina sabemos que con la limitada formación
académica, hay mucho más interés analítico y de lectura del contexto en una
comunidad campesina que una junta vecinal del distrito 1. No se debe a que unos
son mejores que otros, sino al hecho de que en las ciudades el individuo está
más aislado del resto y no cree tener la necesidad de reunirse con otras
personas más que para diversión o socialización casual; en cambio en el área
rural la única instancia para periódicamente socializar es la reunión del
sindicato, donde por tradición y esencia se debate sobre necesidades,
problemas, economía y política.
Esta demás mencionar que su
discurso en torno a los valores, la integridad, la anticorrupción, la lucha
contra la sucia izquierda diseminada entre los diferentes juntuchas opositoras
al MAS y demás; cae en “saco roto”, puesto que es conocido para la población
sucrense que cogobernó con el corrupto gobierno de facto de Añez, posesionó a
sus allegados en el Ministerio de Hidrocarburos no siendo ajenos a los mismos
las denuncias de nepotismo y tráfico de influencias. Todo sin contar el
escandaloso caso de los laboratorios PCR, en los que el corrupto entorno de
Añez hizo pisar el palito a Poppe y esté en contra de todos esos valores que
mencionó, opto por convertirse en el silencioso trotaconventos de la corrupción
reaccionaria.
Finalmente,
para no dejarnos llevar por explicaciones que giren en torno a que el Poppe y
sus fachos son hijtos de Papi mal perdedores y por ello reaccionaron como
tales, cabe recordar que todo discurso debe analizarse no solamente por sus
flagrantes contradicciones o confesiones, sino por su contenido subjetivo y
subliminal, además de los hechos concretos que llevaron los involucrados para
enunciar esa línea discursiva. No olvidemos que incluso los propios
antifascistas nos empezábamos a preparar conscientemente para tener cinco años
de orgia fascista, pues parecía inminente su victoria; de la misma manera y más
aún el propio Poppe y su entorno que como pocas veces se ha debido ver rodeado
de tanto militante genuino, amplió sus propias expectativas de ejercicio de
poder, pronosticando el total control sobre el ejecutivo y el concejo
municipal.
El discurso de estos señores,
después de la sorpresa electoral, refleja la frustración de esas expectativas,
por ello repite y resalta varias veces la diferencia del 2% en el área urbana
(el 30% al que el facho llama mal nacidos, refería fundamentalmente a los
habitantes urbanos), pues más allá de tratar de resaltar ese 2% como una
diferencia sustancial, no era lo que esperaban porque a pesar de que “sabían de
que en los distritos rurales el MAS se iba a imponer” (claro obviando que
generalmente la victoria masista en el
área rural es arrolladora), ellos deberían haber ganado con amplio margen de
diferencia. Por ello no se puede descartar la hipótesis de que si ellos
hubiesen sido los que tuvieran la ventaja de aprox. 300 votos sobre el MAS y
hubiese faltado esas 3 o 4 actas para computar, de igual forma hubiesen
denunciado fraude y tratado de generar de forma irracional (irracional para
unos, convencimiento, disciplina y doctrina fascista para los pitinazis) e
instintiva, condiciones para “repetir” el acto electoral en el Municipio, ya
que con esa diferencia y debido a que los “otros partidos son financiados y
puestos por el MAS” no hubiera tenido gobernabilidad para consolidar su proyecto
totalitario fascistoide.